REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Una cirujana falsa fue sentenciada el jueves por una inyección ilegal en el glúteo que finalmente acabó cobrándole la vida a una mujer de 48 años en 2018.
Whalesca Castillo fue sentenciada a entre cuatro y ocho años de prisión. Castillo, que no tiene licencia médica, se declaró culpable de homicidio involuntario por la muerte de Lesbia Ayala en junio de 2018. Ahora, la familia de Ayala califica la sentencia como un error judicial.
«Cuatro años no son suficientes. Creo que hoy fue una gran injusticia para mi hermana y mi familia», dijo Vanessa, hermana de Ayala.
Buscando realzar su figura, Ayala recurrió a Castillo, una falsa cirujana, quien le inyectó silicona en las nalgas y muslos. El procedimiento resultó fatal cuando Ayala murió a causa de una embolia, resultado directo de esas inyecciones.
Los procedimientos de Castillo no se realizaron en una clínica de última generación; no solo se realizaron en su casa de El Bronx, sino que este incidente no fue el primer encontronazo de Castillo con la ley. En 2012, Castillo fue sentenciado a un año de prisión federal y una multa de $100,000 dólares por dirigir una clínica cosmética ilegal.
La sala del tribunal estaba llena de emoción por ambas partes.
«Desde que esto pasó me he arrepentido muchísimo. Estoy muy avergonzada por mí y por mi familia porque no fue así como me criaron», dijo Castillo en el tribunal.
El juez consideró varios factores para determinar la sentencia, y finalmente impuso una pena de prisión con supervisión posterior a la liberación y enfatizó la necesidad de que Castillo reflexionara sobre sus acciones y su impacto.