Redacción.- Un tribunal de Ecuador condenó a 34 años y 8 meses de cárcel a uno de los dos asesinos materiales del fiscal Édgar Escobar, acribillado en septiembre de 2022 en Guayaquil, frente a las dependencias de la Fiscalía Provincial del Guayas.
La Fiscalía señaló en un comunicado que la sentencia contó con la unanimidad de los jueces, que además impusieron al asesino una multa de 675.000 dólares, además de una reparación integral de 500.000 dólares para los familiares de la víctima.
En el juicio, que inició el 13 de abril y concluyó el 17 de agosto, el fiscal de la Unidad de Delincuencia Organizada Transnacional presentó 32 testimonios y 25 pruebas documentales.
El asesinato ocurrió el 19 de septiembre de 2022, cuando los asesinos, de 19 y 16 años, respectivamente, se aproximaron a Escobar en una motocicleta para acribillarle a disparos.
La víctima, que investigaba a sicarios, casos de asesinatos y redes de delincuencia organizada, cayó herida por los impactos y falleció minutos después en el lugar.
Personal de la Policía Nacional acudió al sitio, recolectó información de los testigos e inició una persecución hasta alcanzar a los agresores y detenerlos en las escalinatas del cerro Santa Ana, de Guayaquil, donde les encontraron en su poder una pistola y municiones.
La situación jurídica del otro detenido –un menor de 16 años–, presunto autor de los disparos que terminaron con la vida del fiscal Escobar, se resolvió en noviembre de 2022, cuando otro juez emitió una condena de 8 años de internamiento institucional, por el delito de asesinato.
Ecuador se encuentra inmerso en una ola de violencia que las autoridades atribuyen al crimen organizado, donde las bandas dedicadas principalmente al narcotráfico se han hecho fuertes en la zona costera, por donde pasa una gran cantidad de cocaína producida mayormente en Colombia para ser sacada por los puertos ecuatorianos hacia Europa y Norteamérica.
En apenas cinco años Ecuador ha pasado de 5,8 a 25,62 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2022, la cifra más alta de su historia, y los expertos auguran que este año puede acabar con una tasa que ronde los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.