Santo Domingo. -Con más de dos personas a bordo, entre ellos infantes, circular por el segundo carril y elevados, además de cruzar con el semáforo en rojo, son algunas de las acciones de los motoristas que al parecer se han normalizado.
“No pueden con los motoristas, me lo dijo a mí mismo un Amet, ahí en Pintura, y entonces… ¿si ellos no pueden con los motoristas, quién puede? ¿Nosotros los choferes?, expresó el chofer Pedro Pablo Zapata.
Mientras que el motorista Teddy Díaz alega que la razón por la que se va en rojo es debido a la tardanza de los pasos en los semáforos.
La presencia de los agentes de la DIGESETT no intimida a los motoristas, ya que ignoran la luz roja de los semáforos sin ser detenidos ni recibir ningún tipo de sanción.
Sin embargo, algunos motoristas prefieren esperar a que el semáforo cambie de color por su seguridad.
“Es mejor perder un minuto en la vida que la vida en un minuto”, sostuvo el motorista Luis Santana.
Al considerar que debe normalizar cuanto antes la venta y uso de motocicletas, conductores privados y del transporte colectivo contaron que el manejo temerario de los motociclistas impacta con frecuencia sus finanzas.
“Hubo uno que me desbarató el carro, que gasté 33 mil pesos arreglando mi carro, en vía contraria se me estrelló y ya usted sabe”, dijo el chofer José Andrés de Jesús
Asimismo, Pedro Pablo Zapata señaló que hace 15 días un haitiano le provocó daños al bumper, “fuimos a reportar y no tenía cedula, tenía el seguro, pero no tenía más nada”.
La circulación de motores por las aceras cuando hay largos taponamientos en las principales calles y avenidas del Gran Santo Domingo también se ha vuelto común, así como no usar el casco protector o llevarlo en un brazo.
Por faltas a la Ley de Tránsito fueron fiscalizados 45,570 conductores durante las últimas dos semanas de febrero y 1,772 motocicletas fueron retenidas, según datos suministrados por la DIGESETT.
Asimismo, el INTRANT anunció que trabaja en la regulación de los deliveries con el uso de la tecnología para la supervisión y control de la circulación de esos motores en busca de que se mejore la movilidad y se promueva una conducción segura.