Conmoción en Argentina por anestesista acusado de drogar y pegar a una mujer

BUENOS AIRES, Argentina.- El caso de Gerardo Billiris, un anestesista acusado de, supuestamente, drogar y golpear a una mujer a la que conoció días antes y con la que tenía una relación informal, causó conmoción en Argentina después de que aparecieran más casos de otras mujeres de las que, aparentemente, abusó.

Como afirmó en declaraciones a medios locales la joven agredida, de 21 años, conoció al anestesista, de 27, mediante Tinder (una red social para concertar citas), y durante la noche del martes pasado, en la que se produjo la agresión, habían estado consumiendo drogas y bebiendo alcohol en el piso de Billiris, en Buenos Aires.

El caso ha sido analizado al detalle por los medios locales y las redes sociales recopilaron centenares de tuits en los que se inició el debate sobre si se trata, o no, de un caso de violencia de género, algo que los jueces descartaron al considerar que ambos recibieron golpes.

El día del incidente, difundió la agencia de noticias nacional Télam, la policía halló en el departamento del joven 3,1 gramos de cocaína y 0,88 de marihuana.

El acusado, que se encuentra detenido, reconoció durante su declaración el pasado jueves que era adicto a las drogas pero que no recordaba lo que hizo esa noche.

Ya fue dado de alta de la clínica en la que se encontraba ingresado en estado de shock tras el incidente y pidió perdón a la familia de la víctima.

Según lo que publicó hoy Télam, el juez que lleva su caso decidió que Billiris continuará detenido por posesión de drogas, luego de que un segundo juez le otorgó la libertad bajo una fianza de 80.000 pesos (unos 5.000 dólares).

El abogado de la joven explicó que el próximo martes la chica, que recibió hoy el alta hospitalaria tras varios días internada, declarará y pedirá que se reconsidere abrir una causa a Billiris por tentativa de homicidio por las fracturas que le provocó y por las amenazas que dijo haber recibido.

Además, relató que hoy se presentó otra denuncia de otra chica por abuso sexual contra el anestesista, quien usaba «una medicación que hacía una especie de disociación entre el intelecto y el cuerpo y que le generaba (a las víctimas) un estado de anestesia».

El abogado de la joven que recibió la agresión contó que Billiris actuaba de la misma manera con todas sus supuestas víctimas, ya que primero les ofrecía trabajo para ganarse su confianza y así invitarlas a casa, donde les ofrecía drogas y alcohol, para, supuestamente, abusar de ellas.