Redacción internacional.- El término “superalimento” ha ganado popularidad a lo largo de los años. Según diversos expertos, una dieta verdaderamente nutritiva es aquella equilibrada y variada, sin embargo, ciertos alimentos destacan por sus excepcionales perfiles nutricionales y beneficios para la salud, lo que los ha llevado a ganar la etiqueta de superalimentos.
“Hay muchos tipos diferentes de antioxidantes en las frutas y verduras”, afirma Taylor Wolfram , nutricionista con consultorio privado en Chicago. “Las variedades en color indican diferentes nutrientes que aportan algún tipo de beneficio para la salud: cuanto más variada sea la dieta, mejor”.
El aguacate es rico en grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que son beneficiosas para la salud del corazón. Medio aguacate aporta 29 mg de magnesio y 6,8 mg de fibra, lo que ayuda en la regulación de la presión arterial y el azúcar en sangre.
Las granadas contienen nutrientes y antioxidantes que pueden mejorar la salud del corazón y prevenir enfermedades cardiovasculares. Se consideran eficaces en la prevención de estas enfermedades gracias a sus propiedades nutricionales.
Las bayas como los arándanos, moras y fresas son ricas en antioxidantes y bajas en calorías. Ayudan a combatir los radicales libres y podrían prevenir enfermedades como el Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.
Las verduras crucíferas como el brócoli contienen glucosinolatos y fibra, lo que las hace eficaces en la reducción del riesgo de cáncer y en la mejora de la salud digestiva.
Los mariscos, como el salmón y las sardinas, son ricos en ácidos grasos omega-3. Estos son esenciales para la salud cardiovascular y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y Alzheimer.
Las verduras allium, incluyendo ajo y cebollas, tienen propiedades antibacterianas y antivirales. Ayudan en la prevención del cáncer y en la regulación de la presión arterial y los niveles de colesterol.
Los hongos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se utilizan en la medicina tradicional y podrían ser beneficiosos como complemento en el tratamientos médicos.
Los frutos secos y las semillas como las nueces y las semillas de chía son ricos en grasas saludables, proteínas y fibra, lo que ayuda a mantener la saciedad y regular el peso.
Verduras como la espinaca y la col rizada son ricas en fibra y carotenoides, lo que puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal y otras enfermedades.
Cereales como la quinoa y el arroz integral proporcionan nutrientes y fibra, siendo mejores opciones frente a cereales refinados. Son asociados con la prevención de diversas enfermedades.
Frutas cítricas como las naranjas y limones son ricas en vitamina C y pueden ayudar a prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad.
Alimentos como el kimchi y el kombucha son ricos en probióticos, que pueden contribuir a un microbioma intestinal saludable y a la prevención de enfermedades inflamatorias.
El chocolate negro, con alto contenido en cacao, es rico en antioxidantes. Puede mejorar el estado de ánimo y ofrecer beneficios para la salud cardíaca y cognitiva.
Las batatas son ricas en carbohidratos y antioxidantes, y son una excelente opción para quienes buscan alternativas sin gluten. Ayudan a combatir la diabetes y la obesidad.
Alimentos como los garbanzos y las lentejas son altos en fibra y proteínas de origen vegetal. Ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y pueden reducir el colesterol alto.