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Condenan a cadena perpetua a los padres de la 'casa del horror' que mantenían a sus 13 hijos en cautiverio

Ambos pudieran enfrentar entre  25 años a cadena perpetua en la cárcel.

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Un juez de condado de Riverside, en California, sentenció este viernes a pasar el resto de sus vidas tras las rejas a David y Louise Turpin por haber torturado por años a sus hijos y otros cargos graves, incluyendo abuso infantil, agresión y secuestro. Ambos lloraron cuando escucharon los testimonios de dos de sus hijos que acudieron a la corte y oyeron la carta que escribió otro.

En una dramática audiencia judicial este viernes, el juez de la Corte Superior de California Bernard J. Schwartz dictó una sentencia desde 25 años en prisión a cadena perpetua para David y Louise Turpin, el matrimonio de Perris, California, acusado de haber mantenido a sus hijos en cautiverio durante años, torturarlos, encadenarlos a sus camas, dejarlos desnutrir y someterlos a severos castigos.

«La única razón por la que su castigo es menos que el máximo es que asumieron la responsabilidad y le ahorraron a sus hijos el daño de revivirlo», dijo el magistrado al dar a conocer su veredicto en un caso que ha acaparado la atención nacional.

Los Turpin enfrentaban 12 cargos por tortura, siete por abuso de un adulto dependiente, seis por abuso infantil y negligencia con menores, 12 por detención ilegal y uno por actos lascivos contra un menor de 14 años (este solo fue imputado al padre por tocar indebidamente a una de las víctimas tras intimidarla).

Los múltiples cargos fueron presentados en su mayoría por cada uno de los hijos, excepto el menor (un bebé de 2 años), pues las autoridades aseguran que este no tenía signos de tortura aún y estaba bien alimentado cuando fue rescatado.

Ambos se habían declarado «no culpables» de los cargos en 2018, pero en febrero de este año decidieron aceptar finalmente sus crímenes en una comparecencia judicial y se declararon culpables para evitar que sus hijos tuvieran que testificar en corte durante un juicio. Esto también les aseguraba una menor condena.

La pareja conversó serenamente con sus abogados antes de escuchar la condena impuesta por el magistrado. Ella, vistiendo un saco negro, parecía sostener la charla más amena, incluso sonreía. Él, que llevaba una camisa color café claro y una corbata morada, lucía sereno y tomó nota con un pequeño lápiz.

Pero ambos lloraron cuando escucharon los testimonios de dos de sus hijos que acudieron a la corte y oyeron la carta que escribió otro. «Mis padres me quitaron la vida entera», expresó entre lágrimas una de sus hijas. «A veces tengo pesadillas por las cosas que pasaron. Pero ese es el pasado y esto es ahora (…) Amo a mis padres y los perdono por todas las cosas que nos hicieron”, dijo uno de los hijos mayores, quien mencionó que ya va a la universidad y vive en un apartamento como una persona independiente.

Aunque uno de sus hijos menores mencionó a través de una carta leída en el tribunal este viernes que quería visitar a sus padres en la cárcel, el juez reiteró la prohibición a la pareja de volver a tener contacto con ellos.

Los padres se disculparon a través de emotivos mensajes que leyeron entre lágrimas. «Nunca intenté hacerles daño a mis hijos», dijo el padre a través de una carta que empezó a leer su abogada. El llanto no lo dejó hablar en un principio. Al final, ya con sus palabras, dijo: «extraño a todo mis hijos y rezaré por ellos».

Las atrocidades de la ahora conocida como ‘la casa del y horror’ en California se descubrieron el 14 de enero de 2018, el día que Jorda Turpin, una de las hijas, se escapó de la casa por la ventana y llamó al 911 para denunciar lo que sucedía. Este jueves se dio a conocer por primera vez esa llamada que hizo la joven de 17 años a las autoridades.

David, de 57 años, y Louise, de 50, fueron detenidos cuando la Policía entró a esa vivienda y encontró a algunos de los hijos encadenados a las bases de sus camas y otros esposados. Todos estaban en pésimas condiciones de higiene y en estado de desnutrición.

Los 13 hermanos Turpin, con edades desde los 2 hasta los 29 años, crecieron en un ambiente inimaginable: dormían todo el día y estaban despiertos en la noche. En cuatro dormitorios y tres baños de esa casa se vivieron horrores, contados por las propias víctimas al ser rescatadas. Los padres compraban comida para ellos y no la compartían.

No se les permitía tener juguetes. Sin embargo se encontraron muchos en la casa, pero en su empaque original y sin abrir. Pero esa no era la peor parte, sino los castigos a los que eran sometidos y por razones impensables. La investigación del caso reveló que los castigos que los Turpin daban a sus hijos incluían»golpes frecuentemente» y hasta «estrangulamiento».

Las autoridades creen que todos los hijos nacieron en hospitales, pero aseguran que ninguna de las víctimas había visto a un doctor en más de cinco años yninguno había visto en su vida a un dentista.

Los fiscales dicen que los obligaron a usar ropa sucia, que se aseaban poco y que fingían educarlos en casa. El hijo mayor solo pesaba 82 libras cuando fue rescatado.

Un año después de su rescate, ellos siguen bajo la custodia del condado de Riverside.

El proceso de recuperación física y mental de los hijos ha sido a través de actividades cotidianas que les permitan conocer más el mundo del que fueron privados por varios años. Tras ser rescatados de su propia casa se han dedicado a ver películas de Star Wars y Harry Potter, usar iPads, comer platillos que no conocían (como lasaña) y jugar fútbol.

«Ellos me sorprendieron mucho, por su optimismo, por su esperanza hacia el futuro», dijo Mike Hestrin, el fiscal de distrito del condado de Riverside, quien se ha reunido con ellos varias veces. «Tienen un entusiasmo por la vida y sonrisas enormes. Soy optimista y creo que así es como se sienten con respecto a su futuro», enfatizó.

 

Fuente: Univisión Noticias

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