El MICM monitorea diariamente el mercado internacional para mantener la estabilidad en los precios.
Conoce cómo el subsidio de RD$107.8 millones en GLP y gasoil mantiene los precios de los combustibles sin variación esta semana.
Santo Domingo, D. N.- El viceministro de Comercio Interno del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Ramón Pérez Fermín, informó que, durante la semana del 16 al 22 de agosto de 2025, los precios de los combustibles permanecerán sin variación como resultado del subsidio destinado al gas licuado de petróleo (GLP) y el gasoil, ascendente a RD$107.8 millones.
En ese sentido, serán subsidiados el GLP en RD$6.75 por galón; el gasoil Regular en RD$7.52, y el gasoil Óptimo en RD$6.42.
Pérez Fermín, reiteró que el MICM continuará monitoreando diariamente el comportamiento del mercado internacional y aplicando las medidas necesarias para mantener la estabilidad, garantizando así un suministro confiable y asequible para todos los dominicanos.
Para la semana del 16 al 22 de agosto de 2025, los combustibles se comercializarán a los precios siguientes:
- Gasolina Premium se venderá a RD$290.10 por galón; mantiene su precio.
- Gasolina Regular, RD$272.50 por galón; mantiene su precio.
- Gasoil Regular, RD$224.80 por galón; mantiene su precio.
- Gasoil Óptimo, RD$242.10 por galón; mantiene su precio.
- Avtur, RD$186.33 por galón; baja RD$1.25.
- Kerosene, RD$217.10 por galón; baja RD$1.40.
- Fueloil #6, RD$152.56 por galón; baja RD$6.44.
- Fueloil 1%S, RD$165.49 por galón; baja RD$5.07.
- Gas licuado de petróleo (GLP), RD$137.20 por galón; mantiene su precio.
- Gas natural, RD$43.97 por m3 ; mantiene su precio.
El anuncio de la congelación de precios de los combustibles se produce en un contexto marcado por la inestabilidad del mercado internacional del petróleo, el cual ha estado sometido a presiones por conflictos geopolíticos, fluctuaciones en la demanda global y limitaciones en la producción por parte de los países miembros de la OPEP+.
Durante los últimos meses, República Dominicana ha enfrentado una presión fiscal creciente debido al constante uso de subsidios millonarios para evitar aumentos en los precios de los combustibles, en especial del gas licuado de petróleo (GLP) y el gasoil, productos de alto consumo popular.
Aunque estas medidas buscan proteger a los consumidores y contener el impacto inflacionario, también representan una carga significativa para el presupuesto nacional.