REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Una investigación de científicos australianos han demostrado que la mayoría de las personas necesitan más de un ciclo de fecundación in vitro (FIV) para tener una probabilidad razonable de éxito y que esas probabilidades disminuyen a medida que envejece.
Según el estudio las mujeres que comenzaron la FIV a los 40 años tenían solo un 13% de probabilidades de tener un bebé después de un ciclo, mientras que las mujeres que comenzaron el tratamiento a mediados de los 30 o antes de cumplir los 30 tenían un 40 y un 43% de probabilidades, respectivamente.
En todos los grupos de edad, las posibilidades de tener un bebé aumentaron con cada ciclo consecutivo de FIV, pero esas posibilidades aún tendían a disminuir con la edad.
Las mujeres que comenzaron el tratamiento a los 35 años tuvieron una tasa de éxito de alrededor del 60% después de tres ciclos de FIV, reveló el análisis. Esto se redujo al 25% después de tres rondas para mujeres de 40 años.
Estas últimas cifras se basan en las tasas de nacidos vivos de miles de mujeres que comenzaron la FIV en 2016 en el estado australiano de Victoria. Los investigadores rastrearon los resultados de los nacimientos durante cinco años hasta 2020, para producir una estimación de la probabilidad de que las mujeres tengan un bebé después de completar una, dos o tres rondas de FIV.
La investigadora de fertilidad Karin Hammarberg, de la Universidad de Monash, dijo que los datos muestran que la FIV no debe verse como una ‘póliza de seguros’ y que las mujeres que deseen tener un bebé deben intentarlo lo antes posible.
Las investigaciones muestran que las posibilidades de los hombres de tener un bebé a través de la FIV disminuyen aproximadamente un 4% cada año, sin importar la edad de su pareja femenina, aunque otros estudios han puesto un límite superior a esta tendencia.
«Es importante que tanto hombres como mujeres sean conscientes del impacto que tiene la edad en la fertilidad y que la FIV no puede superar completamente la infertilidad debido al avance de la edad», dice Luk Rombauts, especialista en fertilidad de la Universidad de Monash.
Al igual que las mujeres, la fertilidad de los hombres comienza a disminuir alrededor de los 40 años y, a los 45 años, los hombres pueden tardar cinco veces más en concebir de lo que les llevaría a los 20.