Conservadurismo y nuevas formas políticas

Desde lo acontecido en las elecciones presidenciales en Chile, pasando por las recientes de Costa Rica y las del domingo 25 mayo del  2014 en Colombia así como las del parlamento europeo de la misma fecha nos provee la oportunidad de analizar y reflexionar en relación con el proceso político en la República Dominicana, aunque en nuestro caso nos encontremos a dos años de la cita electoral de 2016.

En el caso más reciente y cuyos resultados, que no fueron una sorpresa, revelan aspectos muy críticos para los procesos democráticos en Europa, es el de que con tasas de abstención similares a las de las últimas elecciones europeas, lo sucedido en varios de los países del viejo continente indica profundas crisis de los sistemas políticos, específicamente del sistema de partidos.

Ha sucedido que si bien en términos generales la tasa de abstención fue la misma que en 2009, cuando se celebraron las últimas elecciones al parlamento europeo, en esta ocasión en España, Francia, Inglaterra y los países nórdicos se produjo una reducción considerable de la participación del electorado de partidos tradicionales, el incremento de votantes por opciones muy conservadoras (algunos partidos tradicionalmente minoritarios, ultra nacionalistas o abiertamente xenófobos, entre ellos) y también el incremento del voto de izquierda, como en el caso Español.

El esquema bipartidista con o  sin partido bisagra, ha hecho crisis. En Francia, la opción política más conservadora, el Frente Nacional de Marine Le Pen se ha convertido en la primera fuerza electoral, pasando el gobernante Partido Socialista del Presidente Hollande, a ocupar un tercer puesto en las votaciones.

En España, tanto los partidos Popular y Socialista Obrero Español, los dos actores del bipartidismo tradicional español, han perdido millones de votantes respecto de sus últimos resultados, obteniendo, ambas formaciones entre sus peores resultados electorales en comparación con sus trayectorias. A las implicaciones del proceso europeo dedicaré algunos artículos antes de pasar a los casos de Costa Rica, Chile y Colombia intentando extraer algunas enseñanzas para nuestra propia realidad.