Constructores deploran funcionarios vendan concreto en obras del Estado

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente del movimiento Constructores con Papá, ingeniero Héctor Then, consideró alarmante y pidió el rechazo de la sociedad civil a la creación de las denominadas “concreteras moradas”, empresas creadas por funcionarios del gobierno para vender el concreto que se utiliza en las obras del Estado.

Then consideró como una burla a la pobreza y a los profesionales de la construcción del país el alto nivel de corrupción prevaricación y nepotismo que ocurre en el gobierno, y puso como un ejemplo insólito en América Latina la inversión de RD$1,000 millones en apartamentos de lujo en la avenida Luperón para funcionarios, a través del Instituto Nacional de la Vivienda.

El profesional de la construcción sostuvo que es un hecho condenable la sobrevaluación, como denunció la comisión económica del Partido Revolucionario Dominicano, de la Catedral de San Juan de la Maguana, tras señalar que “ni siquiera los mensajeros de Dios, ni la santa Iglesia, ni la desgracia del pueblo haitiano se les salva en su sed de corrupción”.

Then estimó como grave para el sector construcción dominicano y la institucionalidad del país que se haya quedado en el aire la denuncia de la sobrevaluación del edificio de la Suprema Corte de Justicia, con un costo de RD$1,074 millones.

Deploró que la falta de transparencia en la construcción de obras, como el caso de la primera línea del Metro de Santo Domingo, con un desvío de 270 millones de dólares en comisiones y sobrevaluaciones de compras y cubicaciones, y un costo total de la obra estimado de 900 millones de pesos.

El presidente de Constructores con Papá deploró también la sobrevaluación de los vagones del Metro con un pago excesivo de 2,206 millones de pesos, y la sobrevaluación del Palacio de Bellas Artes.

Catalogó como estafas históricas las sobrevaluaciones del parqueo y el comedor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la carretera del Coral del Este que originalmente fue otorgada en concesión privada por 250 millones de dólares en el 2002 y ahora construida por la empresa Obredecht  por 400 millones de dólares.

Criticó que la carretera Jarabacoa-Constanza construida por la misma firma brasileña en perjuicio de los constructores dominicanos, haya terminado con el doble del presupuesto original.

Además la carretera del Boulevard del Atlántico, los corredores y túneles construidos en el Distrito Nacional sin que se conozcan sus costos, y que además fueron otorgadas de grado a grado, sin licitaciones, violando la Ley de Licitaciones y Compras, como responsablemente denunció la comisión económica del PRD.