SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La lucha contra la delincuencia, el raterismo y el crimen organizado tiene que ser firme y sostenida, pero siempre dentro del cauce de la ley, sin abusos ni desconocimiento de los principios básicos de los derechos humanos.
Decimos esto para elevar nuestra más enérgica protesta frente al hecho de que Suandrys Marrero, un joven que se entregó a la Policía a través de SIN, presenta ahora golpes en la cara, a pesar de que no tenía ninguna lesión al momento del arresto.
Es obvio, en consecuencia, de que ha sido objeto de maltratos físicos como parte del interrogatorio a que ha sido sometido, lo que constituye un abuso incalificable por el uso de métodos propios de regímenes dictatoriales.
Además del atropello, este acto constituye además una desconsideración para Noticias SIN, que facilita esta entrega voluntaria de personas buscadas por las autoridades, en base al principio de la presunción de inocencia y al respeto de la vida humana.
Al servir de vía para este propósito, en modo alguno SIN apoya o desconoce la lucha contra la delincuencia que libran las autoridades, pues somos los primeros en condenarlas, pero tampoco la Policía ni ninguna otra autoridad puede tomarse la justicia en sus manos de forma sumaria y abusiva.
¿O es que el principio de inocencia que tanto invocan y defienden los políticos, principalmente los pertenecientes al partido de gobierno, es un privilegio del que solo ellos pueden disfrutar? ¿Acaso no se trata de un elemento esencial del sistema de justicia apoyado en la Constitución y las leyes adjetivas?
La Policía tiene la obligación de dar una explicación pública sobre esta golpiza a un imputado que fue entregado de forma civilizada para que se cumpliera el debido proceso y en ningún caso un acto de tortura para obtener confesiones forzadas.
Los detenidos con relación a asesinatos, asaltos y otras acciones delictivas tienen que ser procesados en base a pruebas sustentables y tienen derecho a un juicio público, oral y contradictorio, la única instancia que puede declararlos culpables o inocentes.
Hamilton Antonio Rojas debido al impacto de bala en su pierna izquierda, entró a la sala de audiencias apoyado de Suandrys Marrero, otro de los implicados que también presentaba golpes en el rostro, condición en la que no estaba cuando se entregó este lunes a través de noticias SIN.
En esta imagen proporcionada por familiares de Marrero, se observa al joven de espalda contra una pared y con un rostro de dolor en la celada del cuartel de Las Caobas.
Aunque no se puede apreciar quien agrede al imputado y a qué tipo de tortura está siendo sometido, su defensor asegura que los agentes trataban de asfixiarlo.
Las agresiones fueron denunciadas por los familiares de Marrero la noche de este martes, en nuestra emisión estela
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