Miss Universo está en la boca de todos y no precisamente por el calibre del espectáculo, sino por la duda que se ha sembrado acerca del destino de la corona, un hecho que arroja múltiples interpretaciones.
El problema de estos concursos es que tiene una basa de testigos en el mundo. Está presente una amplia masa de personas que no siempre están de acuerdo con el jurado, indica Víctor Bautista.
La franquicia lleva años bajo sospecha. Impugnaciones del público y hasta una creciente percepción de que temas geopolíticos la condicionan para escoger en qué cabeza colocar la corona.