Coronación

Anécdotas y aclaraciones aparte, reitero que debemos fortalecer la relación bilateral en bien recíproco, pues ofrecemos al Reino Unido excelentes oportunidades, comerciales y de inversión, y ellos tienen mucho qué enseñarnos.

Referí ayer que Carlos III al parecer prefiere los mangos banilejos y luego supe que su fundación compra cacao orgánico dominicano, pues le comentó a un amigo que “es muy caro”. Replicó diplomáticamente: “la calidad siempre cuesta”. Un troll, que, pese a serlo, aprecio, comentó que el presidente Abinader “se designó a sí mismo” para ir a la coronación. Le expliqué que no, sino que respondió a una invitación que no fue extendida a todos los jefes de Estado con relaciones con el Reino Unido.

Mi tío-abuelo Pin integró la delegación presidida por Manuel de Moya y Angelita Trujillo que fue a Londres en 1953 para la coronación de Isabel II y no sé si algún libro de historia refiere que a Angelita no la dejaron asistir a varios actos oficiales por ser menor de edad. Trujillo los envió en una fragata y de regreso a Pin le robaron a bordo casi todos los regalos que traía para su familia.

Anécdotas y aclaraciones aparte, reitero que debemos fortalecer la relación bilateral en bien recíproco, pues ofrecemos al Reino Unido excelentes oportunidades, comerciales y de inversión, y ellos tienen mucho qué enseñarnos.