QUITO.- La tensión en Ecuador, iniciada el lunes por las protestas del movimiento indígena contra el alza de precios y las políticas del gobierno del presidente Guillermo Lasso, creció este martes al ser detenido Leonidas Iza, principal promotor de la movilización, cuyos dirigentes llaman a «radicalizar» las acciones.
Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y una de las principales figuras opositoras al Ejecutivo, fue arrestado a primeras horas de la madrugada del martes cuando visitaba a manifestantes cerca de la localidad de Pastocalle, dentro de su natal provincia andina de Cotopaxi.
Solo unos minutos después, Lasso anunciaba en un mensaje a la nación que se había iniciado la detención de los autores materiales e intelectuales de los actos de los «violentos actos» ocurridos durante la primera jornada de la movilización.
Con ello, el mandatario se refería a incidentes aislados en distintos puntos del país como el incendio de un vehículo de Policía en la sureña provincia andina de Azuay, la toma de una unidad de bombeo de petróleo en el Bloque 16, en la Amazonía, y hostigamientos a productores florícolas para unirse a las medidas de fuerza.
También la retención de un grupo de policías por parte de una comunidad que los sometió a un ritual ancestral de purificación y que el ministro del Interior, Patricio Carrillo, tildó de «secuestro».
Salvo estas situaciones, el primer día del «paro nacional e indefinido» convocado por la Conaie, la mayor organización indígena del país, había transcurrido con algunos cortes de carreteras que no habían afectado en gran medida al funcionamiento de los servicios esenciales, según reportaba el Ejecutivo.
Incluso el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, hablaba de que el seguimiento a la convocatoria había sido notablemente menor al que esperaban.
Por eso, la repentina detención de Iza tomó por sorpresa al movimiento indígena cuando un nutrido contingente policial se lo llevó en un vehículo con dirección desconocida.
Junto a Iza también fueron detenidas otras cuatro personas, según reportó el mismo ministro Carrillo, aunque no reveló sus identidades.
Al presidente de la Conaie, que agrupa a 14 nacionalidades originarias del Ecuador, lo aprehendieron presuntamente «en flagrancia» por «obstruir la Carretera Panamericana E35, desde donde dirigía e impulsaba acciones para el recrudecimiento de la violencia», según afirmó el Ministerio del Interior en un comunicado.
En un primer momento, Iza fue trasladado a la Unidad de Flagrancia ubicada en el centro de Quito, que amaneció fuertemente custodiada por fuerzas de seguridad, y a las pocas horas fue llevado en helicóptero a Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, donde está a la espera de pasar a disposición judicial.
A las afueras de la Unidad de Flagrancia, uno de los abogados de Iza, Lenin Sarsoza, anunció que han presentado un recurso de habeas corpus para solicitar la inmediata liberación del líder indígena, al considerar que su detención es «ilegal, arbitraria e ilegítima».
En la misma forma se pronunciaron otros dirigentes de la Conaie, que hicieron un llamamiento a «radicalizar» las protestas y exhortaron a los organismos internacionales a estar vigilantes ante lo que consideran una vulneración a los derechos humanos y al derecho a la protesta.
En las protestas, los manifestantes destruyeron bienes públicos y privados, y retuvieron a cuatro servidores policiales y un fiscal, que finalmente fueron liberados, según informó el Gobierno en una rueda de prensa.
Los cortes de carreteras continuaron con 87 bloqueos identificados, principalmente en las provincias andinas de Chimborazo, Imbabura y Pichincha, así como en la amazónica de Pastaza.
De su lado, el ministro de Defensa, Luis Lara, aseguró que las áreas estratégicas «se encuentran controladas» por las Fuerzas Armadas. «No tenemos novedades, a excepción del cierre de dos pozos, que están parados», dijo sin más detalles.
Esta movilización fue convocada por el movimiento indígena al transcurrir el primer año de mandato del presidente Lasso y sin que los diferentes intentos de diálogo con el Gobierno hayan dado frutos.
Entre los principales reclamos están el alza de los precios de los combustibles, los bajos precios que reciben los productores por el banano, la leche y leche, así como la exigencia de respetar los derechos indígenas ante la intención de Lasso de incrementar la actividad petrolera y minera en el país.
Frente a ello, el Gobierno de Ecuador quiere a toda costa evitar una oleada de violencia como la vivida en las protestas de octubre de 2019, que se saldaron con una docena de muertos y 1.500 heridos, de los que un tercio eran policías y militares.
En aquel episodio también estuvo presente Leonidas Iza, que recientemente fue beneficiado de una amnistía otorgada por la Asamblea Nacional (Parlamento) a 268 procesados por protestar y por actos de defensa del medio ambiente, de los que 60 afrontaban cargos por los altercados de octubre de 2019.