Buenos Aires.- De distintas formas, con diferentes discursos, en momentos diversos, las dos figuras más relevantes de la política argentina de las últimas décadas, los expresidentes Cristina Fernández (2007-2015) y Mauricio Macri (2015-2019), anunciaron que no participarían en las elecciones generales de octubre próximo.
No obstante, su presencia es constante desde antes incluso de que se lanzara la campaña para las PASO (elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias), que se celebran el 13 de agosto, y su ascendencia en el interior de sus formaciones es tan fuerte que un candidato sólo puede serlo, o al menos eso parece, si antes recibe la bendición de la ‘mater’ o del ‘pater’.
Ninguno de los dos soporta al otro, algo que se escenificó de manera absoluta en la ceremonia de traspaso de mando en 2015, cuando la hoy vicepresidenta no acudió a la asunción del que iba a ser su sucesor en la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino.
Lo que también queda claro es que ninguno de ellos puede mantenerse fuera de escena, como demuestra que, ni siquiera habiendo anunciado que no se postularán a la Presidencia de nuevo, no sepan llamarse a silencio mientras la campaña electoral está en su apogeo, como muestra el duro intercambio de mensajes que han tenido en las últimas horas.
MENSAJES AFILADOS
Ocurrió después de la inauguración, el pasado domingo, del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), obra clave para el desarrollo de Vaca Muerta -sur de Argentina, la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo- y por la que el actual Gobierno, encabezado por el peronista Alberto Fernández, sacó pecho y anunció que iba a cambiar la «historia» del país.
Enseguida, Macri, político centroderechista, fundador de Propuesta Republicana (PRO), que integra Juntos por el Cambio, la principal formación opositora al Gobierno argentino, saltó a las redes ya ese día para denunciar que el gasoducto llegaba «tres años tarde» y que su gobierno había dejado «la licitación lista y el financiamiento preparado» en 2019.
Además, en su particular batalla contra el kirchnerismo, escribió en su tuit: «Disculpen si no lo llamo por su nombre oficial».
En ese duelo entre los últimos dos presidentes que antecedieron a Alberto Fernández, la actual vicepresidenta publicó una respuesta por la misma vía, en la que dio cifras sobre la gigantesca construcción en un mensaje que concluía con una pulla hacia su rival político: «Ahora se entiende por qué su mamá lo castigaba por mentir».
Y, siguiendo el popular juego rioplatense del truco, Macri ‘retrucó’, continuó con sus críticas al Ejecutivo y cerró con un contundente: «Y no se me meta con mi madre, vicepresidenta, que fue una buena madre».
¿UNA CAMPAÑA SIN ELLOS?
Un domingo por la mañana, el 26 de marzo, Macri anunció que se bajaba de la carrera presidencial. Lo hizo mediante un video grabado y publicado en sus redes sociales.
No obstante, su sombra ha estado junto al escenario en el que la oposición seleccionaba a sus precandidatos: el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la exministra de Seguridad (precisamente en el Gobierno de Macri) Patricia Bullrich.
Tras varios desencuentros con el regidor capitalino, el expresidente mostró su apoyo a la precandidata opositora.
En el bando oficialista, el ‘dedo’ de Cristina -quien repitió varias veces lo que anunció el 6 de diciembre: que no iba a ser candidata, si bien después matizó que no lo hacía por una supuesta proscripción- señaló al ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, como favorito del kirchnerismo para una pugna interna que ella no deseaba.
Fue otra más de sus divergencias con el presidente Fernández, quien abogaba por primarias en el oficialismo. A ellas también iba a concurrir el exvicepresidente y actual embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.
Pero el 23 de junio, apenas un día después de la ratificación de las dos mencionadas candidaturas, la nueva etiqueta del Frente de Todos, Unión por la Patria, anunció que el actual ministro de Economía, Sergio Massa, iría como postulante de consenso.
La vicepresidenta, con quien el titular de Hacienda vivió fuertes enfrentamientos que llevaron a éste a crear el Frente Renovador, otra corriente dentro del peronismo, ahora le ha apoyado en público en varios momentos, el último el pasado domingo durante la ‘foto de unidad’ que ofrecieron junto a Alberto Fernández.
Cristina Fernández y Mauricio Macri supieron retirarse a tiempo de una carrera en la que las encuestas previas no les favorecían demasiado. No obstante, su ego y su peso político en las respectivas formaciones los lleva a estar muy presentes en la campaña electoral.
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