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27 Abril 2024

“Cuál Ecología”

Fe y Vida

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Es muy cierto que Dios creador de todo creó también la naturaleza, no para que nosotros los seres humanos acabáramos con ella destruyéndola, sino más bien para que la cuidáramos, pues de ella depende la vida de todos nosotros los seres humanos. Se pueden imaginar Ustedes una vida sin vegetación, no tendríamos agua suficiente, el aire y el oxígeno que respiramos no fuera tan puro. Si no tuviéramos los ríos y lagunas de dónde íbamos a sacar el agua tan necesaria para la vida nuestra, en fin es necesario el cuidar nuestra ecología.

Hay muchos que dicen que en otros tiempos no se cuidaba mucho el medio ambiente en que vivíamos, ni tampoco se preocupaba uno tanto por la ecología, si había árboles bien y si no también. Pero yo pienso que tiempos atrás también nos preocupábamos por el medio ambiente, lo que pasa es que era de diferente manera.

Llegó a mis manos algo que quiero compartir con Ustedes y dice así: “En la cola del supermercado, el cajero dice a una señora mayor que debería traer su propia funda de la compra, porque las fundas de plástico eran dañinas para el medio ambiente. La señora pide disculpas y explica: Es que en mis tiempos no pensábamos en la ecología. El empleado le contesta: Ese es el problema que tenemos ahora. La generación de Ustedes no se preocupó de preservar el medio ambiente. Tiene razón, dijo la señora. En aquellos tiempos no pensábamos en la ecología. En mi tiempo las botellas de leche, de refrescos y de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica, donde las lavaban y esterilizaban antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían utilizar los mismos envases una y otra vez. Así los reciclaban de verdad. Pero es verdad, en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología. Subíamos y bajábamos escaleras, porque no había artefactos mecánicos en todos los comercios y oficinas íbamos andando a la tienda, en lugar de usar el coche de 200 caballos cada vez que teníamos que recorrer dos manzanas. Pero tiene Usted razón. En aquellos tiempos no pensábamos en la ecología. Entonces lavábamos y reutilizábamos los pañales de los bebés, porque no los había de un solo uso. Secábamos la ropa en tendederos no en máquinas de 200 voltios que consumen mucha energía rugiendo para secar la ropa. Las energías solar y eólica secaban nuestra ropa estupendamente. Los niños usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero tiene Usted razón; en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología. En aquel entonces teníamos un televisor o una radio en cada casa, no un televisor en cada habitación y un equipo de música de miles de vatios. Y el televisor tenía una pantalla del tamaño de un pañuelo, ¿recuerdan?, no una pantalla del tamaño de un campo de fútbol. En la cocina molíamos y desmenuzábamos a mano porque no había aparatos eléctricos que lo hicieran todo por nosotros. Cuando embalábamos algo frágil para enviarlo por correo usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no envoltorios de burbujas o bolitas de plástico. En aquellos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar la hierba. Usábamos unas tijeras cortadoras que funcionaban a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando y no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero tiene Usted razón; en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología. Cuando teníamos sed bebíamos en una fuente, en lugar de usar vasos y botellas de plástico cada vez que queríamos beber agua. Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de tirarlas y comprar otras nuevas.

Y cambiábamos la hoja de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquinilla sólo porque la hoja ya no corta. Pero entonces no pensábamos en la ecología. En aquellos tiempos la gente usaba el tranvía o el autobús, y los niños iban a la escuela en bicicleta o andando, en lugar de usar a su madre como un servicio de taxi disponible las 24 horas. En cada habitación teníamos un enchufe, no una batería de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos ningún aparato electrónico que enviara señales de satélites a kilómetros de distancia para encontrar la pizzería más cercana. Así que ¿no os parece lamentable que la generación actual critique lo estúpidos que éramos los viejos por no pensar en la ecología en nuestros tiempos?”

Y dice el Génesis, Capitulo 2, Versículos del 8 y 9: “Después Dios el Señor plantó un jardín en la región del Edén, en el Oriente, y puso allí al hombre que había formado. Hizo crecer también toda clases de árboles hermosos que daban frutos buenos para comer”.

Sí, se pensaba en la ecología en otros tiempos, lo que pasa es que hoy en día se habla y se escribe tanto de la misma, que hace pensar que en los tiempos anteriores no se preocupaban por ella.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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