¿Cuál es el origen de los rituales de Navidad y por qué se vincula con el nacimiento de Jesús?

¿Por qué se eligió esta fecha para la Navidad? ¿Y qué nos dice la Biblia sobre el momento real del nacimiento de Jesús?

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El nacimiento de Jesús

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Redacción Internacional.– Esa festividad, que ilumina las calles con luces multicolores, reúne familias alrededor de mesas cargadas de pan dulce y sidra, y llena los corazones de un espíritu de paz y generosidad, es mucho más que un simple aniversario del nacimiento de Jesús. En realidad, su fecha del 25 de diciembre, o la víspera del 24, no aparece en ningún texto bíblico.

Es una construcción histórica, un entretejido de tradiciones judeocristianas con rituales paganos romanos, donde el simbolismo del sol que renace tras el invierno se funde con la figura de Cristo como la luz del mundo. Pero, ¿por qué se eligió esta fecha? ¿Y qué nos dice la Biblia sobre el momento real del nacimiento de Jesús?

Para desentrañar este misterio, debemos remontarnos a los pasajes evangélicos, a las fiestas romanas de las Saturnales y al culto al Sol Invicto, revelando cómo la Iglesia primitiva transformó una celebración pagana en el epicentro de la fe cristiana.

En esta versión ampliada, incorporamos las voces esenciales de teólogos como Juan Crisóstomo, Agustín de Hipona, Hipólito de Roma y Sexto Julio Africano, junto con pasajes bíblicos clave, y exploramos el debate entre la influencia pagana y los cálculos cristianos independientes.

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Fuente externa: El nacimiento de Jesús.

Imaginemos una noche estrellada en los campos de Belén, en la antigua Judea. No un paisaje nevado como el que pintan las postales navideñas europeizadas, sino un terreno seco y cálido, típico del verano mediterráneo.

El Evangelio según San Lucas nos ofrece una pista clave en su capítulo 2, versículos 8 al 14: "Había en aquella región unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: ´No teman, porque les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo una gran alegría: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre´. De pronto se juntó al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: ´Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por él´".

Este relato no solo anuncia el nacimiento de Jesús, sino que proporciona evidencia indirecta sobre la estación del año. Los pastores cuidaban sus rebaños al aire libre, algo improbable en el frío invierno judeo, donde las temperaturas descienden y las lluvias inundan los caminos.

Eruditos como Alfred Edersheim argumentan que esto apunta a un período cálido, posiblemente verano u otoño, coincidiendo con la temporada de partos de ovejas.

La Biblia no especifica la fecha exacta. Los Evangelios de Mateo y Lucas se centran en el significado teológico. Para contextualizar, examinemos pasajes clave. En Lucas 2:1-7: "En aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. [...] Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, [...] para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento". Esto resalta la humildad y el censo, improbable en invierno por las condiciones climáticas.

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Fuente externa: La Biblia

En Mateo 1:18-25: "La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. [...] El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ´José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados´".

En Mateo 2:1-2: "Nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ´¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle´".

Estos enfatizan profecías y adoración. Cálculos basados en el nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1:26-36) sugieren septiembre u octubre para Jesús, durante la Fiesta de los Tabernáculos.

Para enriquecer esta narrativa, consideremos profecías del Antiguo Testamento que prefiguran el nacimiento, como Isaías 7:14: "Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel".

En Isaías 9:6: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".

  • Estos textos, citados en Mateo, subrayan el cumplimiento mesiánico, integrando el nacimiento en una teología de esperanza y luz.

La relación entre el 25 de diciembre y la cultura romana

Entonces, ¿por qué el 25 de diciembre? La respuesta radica en la historia romana, pero con un debate académico profundo. Tradicionalmente, se asocia con las Saturnales, del 17 al 23 de diciembre, honraban a Saturno con regalos, banquetes y licencia social, elementos que perduran en la Navidad moderna.

El vínculo clave es el Sol Invicto, instituido por Aureliano en 274 d.C., con festival el 25 de diciembre tras el solsticio de invierno, simbolizando el renacimiento solar. Constantino, devoto inicial del Sol Invicto, legalizó el cristianismo en 313 d.C.

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Fuente externa: Árboles de Navidad

La Iglesia fijó el 25 de diciembre alrededor de 336 d.C. bajo Julio I, superponiéndolo al festival pagano. Esto permitía a conversos celebrar reemplazando el sol pagano por Cristo, "la luz del mundo" (Juan 8:12).

Sin embargo, eruditos modernos cuestionan esta "teoría de la historia de las religiones", proponiendo la "hipótesis del cálculo". Según esta, la fecha deriva de reflexiones internas cristianas, no de apropiación pagana.

Basada en la tradición de la "edad integral" —donde profetas mueren en la fecha de su concepción—, si Jesús murió el 25 de marzo (14 de Nisán), su concepción fue entonces, y el nacimiento nueve meses después, el 25 de diciembre.

Sexto Julio Africano, en 221 d.C., calculó así en su Chronographiae, predatando el Sol Invicto.

Hipólito de Roma, alrededor de 202-211 d.C., menciona el 25 de diciembre en su "Comentario sobre Daniel", independiente de festivales paganos.

Agustín de Hipona, en De Trinitate (399-419), afirma: "Se cree que [Jesús] fue concebido el 25 de marzo, el mismo día en que sufrió... Pero nació, según la tradición, el 25 de diciembre".

Juan Crisóstomo, en homilías de 386 d.C., calcula basándose en cursos sacerdotales de Zacarías (1 Crónicas 24:7-19), colocando la concepción de Juan en septiembre y la de Jesús en marzo, nacimiento en diciembre. Defiende: "Esta tradición se remonta desde el principio", eclipsando lo pagano por providencia.

Orígenes de Alejandría criticaba celebrar cumpleaños como paganos en el siglo III, pero la pragmática prevaleció.

Tertuliano vincula muerte y concepción, influenciado por tradiciones judías.

Ambrosio de Milán ve a Cristo como "verdadero sol" superando dioses paganos.

Clemente de Alejandría menciona fechas variadas como mayo o abril, mostrando falta de consenso inicial.

William J. Tighe, en Calculating Christmas (2003), argumenta que el Sol Invicto fue respuesta pagana a la creciente celebración cristiana del 25 de diciembre, no al revés.

Louis Duchesne propuso la hipótesis del cálculo en 1889, desarrollada por Thomas J. Talley en 1986.

El Calendario Filocaliano de 354 d.C. lista el 25 de diciembre como "Natalis Invicti" y cristiano, sugiriendo coexistencia.

  • En Oriente, se celebraba el 6 de enero hasta el siglo IV, unificando bajo influencia romana.

El simbolismo se refuerza en liturgia con lecturas de luz (Isaías 9:1-6): "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos". Tradiciones como el árbol evocan Saturnales; regalos, a magos y strenae romanos.

¿Apropiación pagana o cálculo teológico?

El debate persiste: ¿apropiación pagana o cálculo teológico? Fuentes como Biblical Archaeology Society apoyan ambos, pero enfatizan evidencia temprana cristiana.

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Fuente externa: Cena de Navidad en famlia.

En el siglo IV, con Teodosio I haciendo el cristianismo oficial en 380 d.C., la fecha se consolidó, extendiéndose por el imperio.

Hoy, en un mundo secularizado, la Navidad trasciende lo religioso, con variaciones globales: en Latinoamérica, Nochebuena con misas y fuegos; en Escandinavia, con luces contra el invierno; en Asia, como festividad comercial.

Recordemos sus raíces: pastores en verano, no invierno; Cristo como luz verdadera. Como León Magno: "El sol de invierno eleva, pero el Sol de Justicia no se pone".

  • Esta síntesis histórica nos invita a ver la Navidad como puente entre culturas, transformando sombras en luz eterna.
Agencias

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