Por Gabriela Andujar
Santo Domingo.- Desde que la Policía confirmara la muerte de José Antonio Figuereo, mejor conocido como Kiko La Quema, una indignación colectiva se generó entre la población que lo seguía en Cambita Garabitos, quienes se aglomeraron frente al hospital municipal, en espera de que el INACIF retirará el cuerpo del presunto delincuente.
Además de acelerar motores alrededor del hospital, los comunitarios vociferaban improperios en contra del personal del centro de salud y de los miembros del cuerpo del orden que custodiaban las inmediaciones.
A solo horas de la muerte de Kiko La Quema, sus compañeros expresaron que la comunidad se siente atemorizada, ya que con su ausencia ahora estarán desprotegidos.
“A usted le pasaba algo y el salía en la defensa. Él no iba con la delincuencia, ni los malos coros. Nos protegía al pueblo entero”, expresó un comunitario.
En un tramo de la carretera Los Cacaos en San Cristóbal, mientras se transportaba en un vehículo de marca Hyundai Sonata de color blanco, cuyo cristal delantero tenía varios impactos de bala y quedó volcado a un lado de la vía, fue que cayó abatido la noche del pasado viernes Kiko la Quema.
Esta maniobra para detener al líder de la banda que supuestamente se dedicaba a cometer varios delitos, se llamó Operación Montaña y fue activada desde noviembre pasado, por los altos mandos de la Policía Nacional.