El siempre locuaz Franklyn Almeyda, destacado miembro del Comité Político del PLD y virtual vocero del expresidente Leonel Fernández, se ha quejado del supuesto o real respaldo que el empresario Juan Vicini ofreció en la campaña electoral, al alcalde electo por el Distrito Nacional, el diputado David Collado, como si esto fuera algo nuevo o prohibido por las leyes. La nota que el controversial exministro leonelista ha puesto como evidencia de ese apoyo, es el hecho público de que el empresario acompañara al joven político a la sede del organismo electoral, cuando este fue a inscribir su candidatura, el último día del plazo legal para hacerlo.
Lo sorprendente de esta soberana demostración de ingenuidad del señor Almeyda es su desconocimiento implícito o simulado de la bien sabida práctica empresarial de respaldar financieramente a los candidatos, casi siempre apostando a todos aquellos a quienes ven con oportunidades de ser electos. Una costumbre de la que ha sido un permanente beneficiario el expresidente Fernández, todavía ahora cuando sus oportunidades de regreso al poder parecen tan lejanas como el más distante de los planetas de nuestra galaxia.
El señor Almeyda atribuye a ese apoyo y a una supuesta traición interna la derrota del alcalde del Distrito y candidato del PLD, cuando la verdad es que no se necesitaba de ninguna ayuda para vencerlo, debido al hastío por una administración municipal de catorce años de tan pocos lauros y una ciudad abarrotada de basura. Para nadie es un secreto que las opiniones del exministro, tan dado a la polémica estéril, no son solo suyas y no es pura coincidencia o casualidad que estén a favor de una tendencia peledeista cuyo líder suele, por precaución bien meditada, dejar que otros hablen por él.
Tal vez su partido haya olvidado decirle que muchos de los que apoyaron a Collado también lo han hecho por su mentor. Aunque él, más que nadie, debería saberlo.