REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Las elecciones del domingo para delegados (concejales) de las asambleas municipales en Cuba batieron un récord histórico de abstenciones desde el triunfo de la revolución en 1959, según los datos preliminares difundidos este lunes por el Consejo Electoral Nacional (CEN).
Un día después de la jornada, la presidenta del organismo, Alina Balseiro, confirmó en rueda de prensa que de los 8.3 millones de cubanos llamados a las urnas solo participó un 68.58 %, lo que representa una abstención del 31.42 %.
De tal forma, los cubanos se mostraron reacios a participar a pesar de que la hora del cierre de los colegios se retrasó de las 18.00 hora local (23.00 GMT) a las 19.00 «a solicitud de los consejos electorales en varios territorios y de los propios electores», según explicó el CEN sin aportar más detalles.
«(Las elecciones) transcurrieron según lo previsto, en tranquilidad y (con) apego a la ley», afirmó Balseiro. No trascendieron incidencias importantes, pese a que opositores y activistas denunciaron que a algunos de ellos se les impidió actuar como observadores.
La presidenta del CEN añadió que hubo un 5.22 % de votos en blanco y un 5.67 % de papeletas nulas. La suma de abstenciones y votos invalidados alcanza el 42.31 %, una cifra sin precedentes desde las primeras elecciones municipales, en 1976.
Desde aquel año, la participación en los distintos procesos electorales -desde referendos, como el constitucional de hace tres años, hasta parlamentarias- se había mantenido por encima del 90 %, hasta bajar a un 84.4 % en 2019.
La tasa de rechazo (abstenciones y anulados) de este domingo se asemeja a la del referendo del Código de las Familias -que incluye, entre otras cosas, el matrimonio igualitario- del pasado septiembre, con un agregado de 49.1 % entre la opción del ‘no’ y la abstención (del 26 %, hasta este domingo, la mayor).
Entonces el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se refirió a un «voto de castigo» por las consecuencias económicas de la pandemia.
Abstención
«Es muy ilustrativo ver en perspectiva, aunque sea lento, cómo en las últimas elecciones en Cuba va in crescendo el número de personas que abiertamente se abstienen. Eso también es un modo de protesta», comentó a EFE Julio Llópiz-Casal, artista y disidente que formó parte de una campaña por la abstención -o votar nulo o en blanco- impulsada entre opositores fuera de la isla.
A esta reflexión se sumó la también artista disidente Tania Bruguera, quien agregó a EFE: «La ausencia en las urnas también es una manera de votar».
Estos esfuerzos fueron criticados el domingo por el canciller, Bruno Rodríguez, a la salida de un colegio electoral en La Habana. «No hacen mella en el pueblo cubano», señaló.
El titular de Exteriores dijo esperar «una muy alta participación» pero matizó que no se puede comparar la participación en un referendo nacional o en unas parlamentarias con la elección de delegados municipales.
Para el cubano Arturo López-Levy, profesor de Relaciones Internacionales y Política en la Universidad Holy Names, la lectura de estos resultados debe ir más allá del voto de castigo y el desencanto, que, aunque sí los ve como motivos, los considera como «lo más evidente».
El académico agrega otros elementos para el análisis como la «irrelevancia» de una votación local en municipios que no son autónomos y cuyas autoridades tampoco son elegidas por voto directo, ni con personajes fuera de la órbita del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
Según los datos oficiales, de los más de 26.000 candidatos que se presentaron a las elecciones, un 70 % milita en el PCC o en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Ambas cuestiones, prosiguió López-Levy, deberían incluirse en una ley de municipios: «La gente ha luchado por la autonomía municipal».
Hasta el momento, nadie del Gobierno cubano ha valorado estos resultados y los medios estatales apenas le han dedicado este lunes un espacio menor a estos datos del CEN y su significado.
Por otro lado, en un comunicado hecho público este lunes, la ONG Transparencia Electoral exigió una auditoría independiente «en vistas de que se reportó una abstención mucho mayor que en el referendo del Código de las Familias, y que las cifras anunciadas por el CEN son incontrastables».
Ciclo electoral
Los delegados se encargan de la gestión directa de problemas y quejas en sus comunidades, además de conformar las Asambleas Municipales del Poder Popular, el nivel administrativo más cercano al ciudadano.
Entre las funciones de esta asamblea está la puesta en marcha de una Comisión de Candidaturas, que selecciona hasta la mitad de los candidatos para la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral cubano.
Estos comicios son, de hecho, el pistoletazo de salida de un proceso que concluirá el próximo año con elecciones parlamentarias. El legislativo, a su vez, elegirá al presidente de la República, cargo al que Díaz-Canel puede optar de nuevo, según la Constitución de 2019.