Naciones Unidas.- El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, criticó este viernes que la inclusión de su país en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo «entorpece gravemente» sus relaciones financieras.
Al intervenir en una reunión de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en la ONU, Rodríguez calificó de «injustificada» la presencia de Cuba en la lista elaborada anualmente por EE.UU.
Washington reinsertó a Cuba en el listado en 2021 durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021) por la negativa de La Habana de extraditar a miembros de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que estaban en la isla para mantener negociaciones con el Gobierno colombiano.
El actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, mantuvo en mayo pasado la decisión de Trump y dejó al país caribeño en la lista de la que salió en 2015 durante el «deshielo» con el expresidente Barack Obama (2009-2017).
El listado, añadió el canciller cubano, «provoca cuantiosos daños y entorpece gravemente nuestras relaciones financieras», consideró el canciller cubano ante diplomáticos de Nicaragua, Bolivia, Venezuela y algunos países caribeños.
El jefe de la diplomacia cubana agradeció «profundamente» a esas naciones la solidaridad «frente al bloqueo (embargo) recrudecido y su denuncia frente a las exclusiones de la Cumbre fallida de Los Ángeles».
Señaló que los efectos del embargo -vigente desde 1962- «se hacen sentir con mucha más fuerza y provocan daños más profundos a nuestro pueblo».
Rodríguez denunció en ese encuentro que las sanciones económicas de EE.UU. se recrudecieron «desde el 2019 a niveles sin precedentes».
La inclusión de un país en la lista negra de terrorismo implica trabas al comercio y más sanciones, pero sobre Cuba ya pesan todas esas restricciones debido al embargo comercial y financiero.
Según estimaciones oficiales, el embargo le ha costado a Cuba casi 148.000 millones de dólares (131.023 millones de euros) en pérdidas en las últimas seis décadas.