LA HABANA, Cuba.-A de ser la cuna del Habano a convertirla en la reina de las exportaciones de tabaco a los Estados Unidos, es la aspiración de los productores nacionales en Cuba, tras el restablecimiento de las relaciones entre ambos países.
A simple vista parece un trabajo sencillo, pero colocar cada hoja requiere de una técnica que incide en la calidad del producto.
La mayoría de los trabajos nacen en los campos de la provincia Pinar del Río, meca del tabaco en Cuba… Son muchos los que intervienen en su siembra, cura, desecación y fermentación. Para la selección y clasificación regularmente utilizan manos femeninas por la suavidad y delicadeza para beneficiar cada hoja recolectada
Hirochi, hijo de Alejandro Robaina, un reconocido productor tabacalero cubano, ha seguido la tradición que inició su familia hace tres generaciones.
Vaticina que con los diálogos entre su país y el gobierno de Barack Obama, sus ventas en territorio estadounidense, crecerán como la espuma.
Asegura además que ya cuentan con un punto a su favor y es que entre las medidas recién acordadas entre las dos naciones se destaca que de los 400 dólares que podrán importar los norteamericanos en bienes personales de Cuba, incluyen US$100 en alcohol y tabaco.
Asegura que en su expansión no pretenden quitarle el pastel ganado a Nicaragua y República Dominicana, sino que sólo quieren adueñarse de un trozo.
En EEUU más de 43 millones de personas fuman tabaco y ansían disfrutar del producto cubano; ahora degustar un puro de ese país en Estados Unidos no será un delito; otro paso gigantesco en la normalización de relaciones entre ambas naciones.