La Habana.- El Consejo de Estado de Cuba publicó este sábado el decreto-ley «De Bienestar Animal» que incluye multas de entre 1.500 pesos y hasta 4.000 pesos (unos 160 usd) a quienes maltraten, impulsen peleas o le provoquen la muerte a cualquier animal.
La normativa, aprobada en febrero pasado, es considerada un triunfo por la sociedad civil independiente dada su articulación en los últimos dos años en torno a causas como la defensa animal, la lucha contra la violencia de género o los derechos de la comunidad LGTBI, al margen de las organizaciones de masas oficialistas.
Su entrada en vigor será noventa días después de su publicación hoy en la Gaceta Oficial y define el bienestar animal como «el adecuado estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere».
El documento establece que estos «no deben ser abandonados, ni sometidos al maltrato y acciones degradantes», pero permite las peleas de gallos «organizadas por los clubes gallísticos, pertenecientes al Grupo Empresarial de Flora y Fauna» y los sacrificios por cuestiones religiosas.
Regula asimismo el uso de animales con fines de experimentación y los requisitos sanitario-veterinarios para la comercialización, transporte, estabulación, sujeción y sacrificio de animales.
En este último apartado dispone que se realizará «de forma compasiva y rápida, con evitación del dolor y el estrés, garantizando una correcta manipulación y la matanza de manera humanitaria».
Reconoce los centros privados de acogida y protección de animales que, junto con los estatales, recogen perros y gatos de la calle y velan por su cuidado hasta tanto sean adoptados.
Mantiene la captura de animales callejeros, un tema que ha provocado protestas de los grupos animalistas al denunciar la recogida masiva de perros para su sacrificio y defienden el rescate y la adopción frente a la eutanasia.
UNA LARGA LUCHA
El decreto-ley de Bienestar Animal es resultado del reclamo que por años mantuvieron activistas y organizaciones defensoras de los animales, especialmente las independientes.
Su aprobación estaba prevista inicialmente para noviembre del año pasado por lo que su retraso provocó una inusual protesta en febrero frente a la sede del Ministerio de Agricultura (Minag) en La Habana.
«Esta disposición normativa establece las obligaciones de las instituciones y las personas naturales respecto a la protección y cuidado de los animales, y contribuirá a concienciar a la población en el respeto y la tenencia responsable de los mismos», señaló en aquel momento una nota oficial del Parlamento cubano.
Un grupo de 42 representantes de organismos estatales, centros de investigación, productores, criadores y asociaciones vinculadas con la crianza y producción animal participaron en la elaboración de la norma durante un año.
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