Cuba reafirma su rechazo a la participación de sus nacionales en la guerra en Ucrania

El mensaje de Rodríguez se publica horas después de que el embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendia Peña, asegurara que su país no se opone a la participación legal de sus ciudadanos en la guerra en Ucrania, siempre que sea en las filas del Ejército ruso.

LA HABANA.- Cuba reiteró este jueves su rechazo a la participación de sus nacionales en el bando ruso en la guerra en Ucrania, horas después de que el embajador de la isla en Moscú asegurara lo contrario a medios del país euroasiático.

El canciller insular, Bruno Rodríguez, señaló que la «posición inequívoca e invariable del Gobierno cubano» es «contraria a la participación de ciudadanos cubanos en cualquier conflicto«, en un mensaje difundido por X (antes Twitter).

Además, el titular de Exteriores subrayó que esto incluye el «mercenarismo» y «la trata de personas«.

El mensaje de Rodríguez se publica horas después de que el embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendia Peña, asegurara que su país no se opone a la participación legal de sus ciudadanos en la guerra en Ucrania, siempre que sea en las filas del Ejército ruso.

«No tenemos nada contra los cubanos que simplemente quieren firmar un contrato y participar legalmente con el Ejército ruso en esta operación», aseguró en declaraciones a la agencia oficial RIA Nóvosti.

Recientemente, las autoridades del país comunista desmantelaron una red que reclutaba cubanos para combatir en Ucrania, operación en la que fueron detenidas 17 personas.

El Gobierno cubano y los medios oficiales han empleado en gran medida la retórica de Moscú al referirse a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, tradicional aliado político e importante socio comercial de la isla.

En Naciones Unidas, Cuba ha votado contra resoluciones auspiciadas por Ucrania o sus aliados, pero también ha optado en varias ocasiones por la abstención en lugar de apoyar explícitamente las posiciones del Kremlin.

Las autoridades rusas han atraído en los últimos meses a numerosos extranjeros a firmar contratos profesionales en el Ejército ruso a cambio de la promesa de obtener la ciudadanía en el plazo de un año tras seis meses de servicio.