Cuerpos laicos

Lilliam Fondeur.

Lilliam Fondeur.

La salida al mercado de la píldora anticonceptiva, hace más de cincuenta años, representó una auténtica revolución. Gracias a este gran descubrimiento las mujeres podrían desarrollar su propio proyecto de vida y adoptar los papeles deseados en la sociedad.

Los anticonceptivos liberan a las mujeres de posibles embarazos no deseados y les permiten reproducirse cuándo decidan. Con su llegada deja de ser ilícito e inmoral separar voluntariamente la dimensión del acto sexual y la capacidad procreativa. Las mujeres pasan a estar exentas de  instrucciones religiosas para disfrutar del placer sexual.

Si nos basamos en la evidencia, las mujeres católicas y no católicas utilizan métodos anticonceptivos y gracias a ellos  programan la maternidad. Dichos métodos han dejado de ser un pecado grave.

Los anticonceptivos tienen una eficacia cerca del 99 por ciento, dentro de ellos se encuentra la píldora. La toma debe ser cada día a la misma hora durante 22 ó 28 días. Es importante no olvidar ninguna toma, ya que su eficacia no está garantizada en caso de olvido.

Con la llegada de la píldora anticonceptiva de micro dosis o de moléculas de última generación los efectos secundarios y las contraindicaciones son mínimas.

No todas las mujeres deben utilizar anticonceptivos  hormonales, existen contraindicaciones absolutas, en las que es improcedente su uso y relativas, en las cuales sería aconsejable utilizar otro método.

Dentro de las contraindicaciones absolutas están: ser fumadora mayor de 35 años, antecedentes de trombosis venosa periférica y/o tromboflebitis, de accidente vascular cerebral, de infarto agudo de miocardio, enfermedad hepática aguda o crónica, cáncer de hígado y cáncer de mama.

Las contraindicaciones relativas son mujeres con cefaleas migrañosas, hipertensión arterial, diabetes mellitus, epilepsia, litiasis vesicular (piedra en la vesícula), anemia falciforme, varices, enfermedades psiquiátricas, retraso intelectual, la drogadicción o el alcoholismo.

Toda mujer con vida sexual activa que no desee un embarazo sin contraindicación para el uso de anticonceptivos tiene derecho a utilizar los avances de la ciencia, los métodos anticonceptivos.

Las consideraciones de la jerarquía de la Iglesia Católica, ni la edad, ni el estado civil contraindican el uso de métodos anticonceptivos.

Con la complicidad del silencio, las autoridades de Promese Cal, en más de ocho años de gestión se han  opuesto a ofrecer métodos anticonceptivos en las farmacias del pueblo. Es un crimen negarle a las mujeres que viven por debajo de la línea de pobreza la posibilidad de programar sus descendientes.

El acceso a la salud, el derecho a prevenir un embarazo no deseado es un derecho humano. El cuerpo de mujer es un territorio laico, como debe ser el Estado.

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@lilliamfondeur