REDACCIÓN.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, envió este lunes sus muestras de apoyo a su par de Cuba, Miguel Díaz-Canel, luego de las protestas antigubernamentales del fin de semana en la isla caribeña.
En una carta, Ortega, cuyo país sufre una crisis sociopolítica tras unas manifestaciones que estallaron en abril de 2018, envió un mensaje de aliento al presidente cubano, y acusó una vez más a Estados Unidos por esas protestas.
«Viendo las imágenes de un formato conocido de desestabilización imperialista que los pueblos libres, que sabemos defender nuestra soberanía y derechos, hemos vivido, enfrentado y vencido, podemos afirmar categóricamente, con la fuerza invicta de nuestras almas y culturas, que ni pudieron, ¡ni podrán!», dijo el presidente Ortega, a su homólogo de Cuba.
Al igual que en Nicaragua en 2018, miles de cubanos salieron a las calles el domingo para demandar «libertad», un suceso inédito, en el que decenas de personas fueron detenidas, mientras que Díaz-Canel llamó a sus partidarios a enfrentar a los manifestantes.
El Gobierno del exguerrillero sandinista, al que los organismos defensores de derechos humanos comparan con el estilo de mandato de Cuba, desestimó el apoyo de Estados Unidos a las manifestaciones contra Díaz-Canel.
«Estados Unidos, principal desestabilizador y destructor del planeta, no tiene ninguna autoridad moral para decir nada, cuando precisamente carga con toda la responsabilidad y culpa de todos los crímenes atroces, de odio y de lesa humanidad que han cometido, y siguen cometiendo, contra los pueblos del mundo», mencionó Ortega, en una carta que también firmó su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
«Denunciando y condenando el bloqueo, la desestabilización y la agresión permanentes, luchamos juntos, seguros de que vamos adelante, porque este es el tiempo victorioso de los pueblos», agregó el gobernante nicaragüense, un histórico aliado del fallecido líder cubano Fidel Castro.
La carta de apoyo de Ortega a Díaz-Canel fue divulgada luego de que Estados Unidos sancionó a 100 legisladores, fiscales, jueces y otros funcionarios del Poder Judicial de Nicaragua, al revocar sus visas de ingreso al país norteamericano, por facilitar «asaltos del régimen a la democracia y los derechos humanos».