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Danilo frente a una encrucijada mortal

Dedicado al maestro y compañero de lucha Luis Carvajal, nuestro querido Cuchito.

 La transnacionales mineras arriba, desde su poder: depredando, saqueando y pretendiendo hacerlo en mayor dimensión y extensión.

Loma Miranda (amenazada por Xtrata Niquel-Falcondo: primera nueva presa apetecida. La entrada a depredar con nuevos ímpetus la Cordillera Central.

El poder transnacional confabulado tras la luz verde estatal-gubernamental para ejecutar todos los demás golpes destructivos, especialmente los de la Gold Corp y otras similares; plantadas también sus corporaciones  en San Juan de la Maguana (carretera Norte-Sur incluida), Restauración y la Cordillera de los Siete Picos (YAMASÁ).

Doscientas concesiones de exploración minera en la Cordillera Central listas para entrar en acción.

Y el Director de Minería (Alexander Medina), el Ministro de Medio ambiente y Recursos Naturales (Bauta Rojas) y el Ministro Administrativo (Peralta), hablando a nombre de esas corporaciones y expresando la  intención oculta de un presidente (Danilo Medina Sánchez), que al parecer solo piensa en las migajas o porciones que podría recibir su gobierno de la explotación del oro, del ferroníquel y otros minerales estratégico.

Mientras Barrick Gold sigue acabando con el Yagal y con todo su entorno después de ser obligada a desprenderse de una partecita de sus enormes ganancias.

 El pueblo abajo, concienzándose, organizándose, movilizándose, apoderándose del propósito de defender su territorio (suelo y subsuelo, sobresuelo) contra la rapacidad del gran capital.

Apoderándose de la idea y la decisión de defender su agua, sus bosques, su fauna, su flora, su agricultura… con la firme y multitudinaria voluntad de derrotar el primer asalto a ejecutar por los de arriba: la toma y destrucción de Loma Miranda por Xtrata Niquel-Falcondo.

Asumiendo la actitud de defenderla incluso en su sangre si fuera necesario.

La sociedad honesta, sensible, solidaria -en toda su diversidad- dispuesta a librar y ganar esa gran pelea, lanzando al zafacón de la historia a la minoría social y política perversa, al “bando traidor y parricida”; siempre presto a asumir el ecocidio-genocidio que implica la destrucción de la Cordillera Central y de toda la isla.

  • El gobierno ante una disyuntiva crucial.

Danilo Medina, por su parte, volvió a guardar silencio este 27 de febrero, en ocasión de su rendición de cuentas a la Asamblea Nacional.

Evasión hija del miedo, procurando ganar tiempo para autorizar, a partir de los resultados de un “nuevo estudio”, el atraco niquelado al tesoro natural de Miranda, como entrada a una mayor depredación y un intenso saqueo de la Cordillera Central.

Otros, sus ministros subalternos, han dicho lo que él piensa y lo que él quisiera. Él -como la gatita María Ramos- tira las primeras piedras y esconde sus dos manos.

Un silencio políticamente costoso, que ha cargado de indignación a toda la sociedad y llevó al inquilino de la ambicionada “silla de alfileres” a cerrar policialmente el pasado domingo la puertas del Palacio Nacional para que no fuera recibida la carta de la IZQUIERDA REVOLUCIONARIA, los movimientos sociales y los/as peregrinos/as que caminaron más de 100 km a pié desde Loma Miranda hasta arribar gallardamente a la sede presidencial.

¿Descortesía?

¿Prepotencia?

¿Temor al poder transnacional?

De todo mucho y todo mezclado.

Pero lo cierto es que posponer no resuelve: la encrucijada sigue siendo políticamente mortal y la disyuntiva cada vez más peligrosa, más ahora que ayer.

Y si el presidente Medina osa finalmente autorizar la explotación de Loma Miranda, con todas sus nefastos consecuencias, ahí mismo se desplomarán todos los artificios de su fabricada y frágil popularidad.

Se iría inexorablemente “al piso”, mientras su gobierno tendría que enfrentar seguramente la más intensa, amplia, formidable y multifacética oleada de movilizaciones y protestas escenificada en el país en lo que va de siglo XXI.

La ingobernabilidad asecha a su gobierno, lo que además podría colocarlo próximo al colapso.

El tema es que Danilo, como político del sistema, le teme demasiado al discurso-basura sobre las consecuencias de la mal llamada “inseguridad para las inversiones extranjeras” y a eventuales represalias de las transnacionales y de los gobiernos de EEUU, Canadá y Europa; obviando el enorme costo político de la insubordinación del pueblo, junto a la condena histórica por auspiciar el programa imperial de destrucción de la isla.

Le teme a que le cerremos al gran capital minero-energético transnacional la nefasta posibilidad de engordar extraordinariamente a costa de nuestra muerte como país y como pueblo.

Su cuestionada actitud evidencia que este sistema y sus representantes están conturbados por el hecho de que el pueblo se haya apoderado de la idea de que el agua vale más que el oro, más que el níquel, el litio y el titanio; y que paso paso, dolor a dolor y alegría tras alegría se esté constituyendo en contra-poder para impedir su muerte y alcanzar el bienestar colectivo.

¡Que la vida vale más que todo es ya un componente importante de la conciencia de esta sociedad oprimida!

Y qué bueno que así sea.

3-03-2014, Santo Domingo

 

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