Estoy absolutamente seguro (como si los viera) que, hoy o ayer, muchos hipócritas senadores o diputados, de los que aprobaron esa asquerosa prohibición del aborto justificado; muchos curas, obispos, predicadores y pastores de los mil ventorrillos cristianos y “cristianos” que tenemos; muchos políticos, politiqueros y burócratas mayores, aquí y allá, les han dicho a una hija, sobrina, esposa, amiga o amante preñada sin nadie desearlo: “Te tienes que sacar ese muchacho”…”Resuelve con esa barriga”…”Sal de eso, mi hija”…(y hasta las han llevado directamente al abortero, al que le pagan de antemano).