Por Cholo Brenes
Ahora más que nunca adquieren dimensiones continentales las citadas palabras de Jesús extraídas de la biblia en el evangelio según San Juan 8:32; “Conoceréis La verdad y la verdad os hará libres”. En países como el nuestro el temor a decirla, a defenderla, a gritarla nos hace cada día más prisioneros de la mentira.
En todos los aspectos de todos los géneros de la vida vivimos envueltos en mentiras. Algunas las llamamos piadosas por temor a herir, sin darnos cuenta que hacemos de los demás ignorantes que tienen todo el derecho a conocer la razón de las cosas.
Cuando usted analiza cualquier cosa y tiene la capacidad para enfrentar a los que hacen mal o desinforman, los afectados se vuelcan agresivamente en contra usted; lo difaman, sin importar lo que usted haya representado en sus vidas. Al igual que Cristo, cuando les daba sus fuetazos con la verdad, empleando esa voz autoritaria que lo caracterizó, esas personas que desempeñaban cargos de elite religiosa se sentían heridos y muy irritados, pues sabían que Jesús los conocía de hace tantos años. Por eso, quienes crucificaron a Jesús lo hicieron cuidando sus bajas pasiones y sus intereses disfrazados de “Celos divinos”. Con esto les quiero decir que el manual de la vida (La biblia) tomo como ejemplo a su mayor personaje; Cristo, para enseñarnos que en todos los tiempos de la humanidad siempre hemos sido así.
Hay personas que no leen ni el periódico y mucho menos son capaces de investigar o contrastar una información como hay muchísimos casos. Otros, sabiendo, se hacen los que no saben. Cuando escuchan a otras personas hablar con seguridad y fundamentos contrarios a su criterio en vez de abrirse a la culturización lo que hacen es sentirse amenazados, les hacen comentarios hirientes y despectivos a los demás sobre ti y hasta te lanzan ofensas e incluso te califican de “ignorante”, aun sabiendo que la verdad frente a sus ojos tienen temor de perder sus privilegios, sus canonjías.
No estoy apuntalando a nadie, el que quiera ponerse en esos zapatos que lo haga.
Porque como decía Cristo….
De lo que sabemos hablamos y de lo que vivimos testificamos… {(Jn: 3,11)} {(Biblia de Jerusalén)}
“El que tenga oídos para oír que oiga….”