La vitamina D es uno de los elementos nutritivos más necesarios para el organismo en tiempos de resfriados, ya que se ha demostrado que podría ofrecer inmunidad frente a diferentes virus y enfermedades.
La deficiencia de vitamina D, afecta a más de un 50 por ciento de la población mundial. Este déficit podría ser altamente perjudicial para nuestra salud, especialmente para nuestro sistema inmunológico.
Actualmente, numerosos estudios muestran que la vitamina D, actúa como agente antiinfeccioso frente a resfriados, gripe, bronquitis, neumonía y tuberculosis, disminuye la severidad de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y el asma
La principal fuente de esta vitamina es la luz solar, y aunque estamos en un país tropical donde el sol brilla picante, sorprendentemente en nuestro país muchas personas padecen de déficit de vitamina D.
La deficiencia o insuficiencia de esta vitamina afecta mayormente a:
-Personas a partir de los 70 años (se reduce el 75% de su absorción)
-Personas con piel oscura (necesitan 10 veces más exposición solar)
-Personas con obesidad (la grasa secuestra disponibilidad de vitamina D)
-Personas con osteoporosis, hipertiroidismo y enfermedades renales
Los niveles bajos de vitamina D se asocian a incremento de las infecciones respiratorias y en ensayos clínicos, la administración de vitamina D también ha ejercido un efecto protector de infecciones en pacientes sin patología o con enfermedad pulmonar crónica.
Puedes optar por alimentos que te ayuden a aumentar los niveles de vitamina D en tu organismo.
Estos incluyen:
-Pescados como el salmón o atún
-Hígado de res
-Quesos
-Hongos
-Yogurt
-Leche
-Yema de huevo
-Jugo de naranja
Pero ojo, consumirlos con frecuencia no quiere decir que sus niveles de vitamina D se encontraran estables ya que la dieta diaria solo aporta el 10 por ciento de la dosis requerida.
Su médico cabecera es el responsable de recetarle los análisis de sangre correspondientes, los cuales medirán sus niveles de esta importante vitamina.