REDACCIÓN.- Decenas de mujeres salieron este sábado a las calles de Kabul para manifestarse contra los ataques hacia la minoría chií hazara tras el ataque suicida perpetrado ayer en un centro educativo en el oeste de la capital afgana, que dejó al menos 19 muertos y una treintena de heridos.,
La protesta, liderada por estudiantes mujeres, recorría las calles del barrio haraza de Dasht-e-Barchi, donde tuvo lugar el atentado, hasta que los talibanes reprimieron a las manifestantes con disparos al aire y violencia.
Estudiantes, activistas sociales y mujeres iniciaron la protesta a raíz del ataque perpetrado ayer en un centro educativo, que acabó con la vida de al menos 19 personas y causó una treintena de heridos, la mayoría mujeres, dijo a Efe Shamail Tawana Nasiri, una de las organizadoras de la manifestación.
Al grito de «Alto al genocidio hazara», las protestas alzaron la voz para garantizar la educación femenina, los derechos laborales y la libertad, así como denunciar los ataques hacia esta atacada minoría en el país.
El objetivo «era la seguridad y los derechos de las mujeres», pero «las fuerzas de seguridad talibanes nos detuvieron» con disparos y «torturando a algunas de las niñas», aseguró Nasiri.
«Los miembros de seguridad talibanes torturaron a algunas niñas, tomaron teléfonos celulares para borrar los registros y algunos de nuestros amigos incluso fueron llevados al hospital después de ser torturados por las fuerzas de seguridad talibanes», indicó a Efe por su parte la activista afgana Zuhra Mandgar.
El atentado suicida ocurrió en la mañana de ayer en el interior de una de las aulas durante un examen de práctica para preparar las pruebas de acceso a la universidad, cuando el centro educativo se encontraba abarrotado de estudiantes de ambos sexos.
Tras escuchar varios disparos, un hombre armado entró en la clase por la puerta de las chicas y se inmoló entre las estudiantes, según relataron a Efe testigos oculares.
Por el momento, el ataque no ha sido reivindicado por ninguna formación terrorista, aunque el grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha reclamado en el pasado numerosos atentados en Afganistán contra esta minoría, a la que considera apóstata.
Los ataques contra estudiantes de la minoría hazara se han repetido durante los últimos años en Afganistán. El último, el pasado abril, que causó al menos 6 muertos y 25 heridos, aunque el control de los talibanes a la información impedía obtener una cifra clara, con algunos testigos elevando las víctimas.
CONDENA INTERNACIONAL
El atentado suscitó además la condena de varias organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI), que consideran que es parte «de una serie de ataques en áreas dominadas por la población minoritaria chiita hazara y un vergonzoso recordatorio de la ineptitud y el fracaso total de los talibanes, como autoridades de facto, para proteger al pueblo de Afganistán».
También la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) llamó a los talibanes a cumplir «con la obligación de garantizar la seguridad de todos los afganos. La educación debe ser libre de prejuicios y violencia».
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