SANTO DOMINGO.- En la continuación de audiencia de medida de coerción contra los apresados en la Operación Coral, la defensa de Rafael Núñez de Aza intenta probar que este no era un testaferro y que su fortuna viene de negocios propios.
Félix Portes, defensor de Núñez de Aza, presentó ante el tribunal planos de construcción, contratos de compra, facturas de electricidad, cheques y comunicaciones con las que pretenden demostrar que los inmuebles y movimientos bancarios pertenecen al coronel y sus actividades comerciales, iniciadas en el 1994.
Núñez de Aza es presentado como el “cerebro financiero” detrás del supuesto entramado de corrupción que, según las autoridades, operaba en el Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP) y Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).
El coronel tiene declarados 35 vehículos de motos y 28 inmuebles, según la acusación en su contra. Esto salió a relucir ayer en la audiencia de medidas de coerción contra el grupo en la que los fiscales expusieron lo que se le atribuye a los imputados.
Durante 8 años Núñez de Aza se desempeñó como gerente financiero del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep).
La fiscal que presentó el caso dijo que este presentó su declaración jurada con seis años de tardanza, sin que se le aplicara ninguna sanción por esa violación a la ley.
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