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Defensa del turismo

El problema no puede contemplarse bajo esa óptica de tan escaso alcance. Se trata de un problema del más alto interés nacional.

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Los chinos representan la palabras “crisis” con el signo de “oportunidad”. Esa misma interpretación cabe aplicar al conceptuoso artículo que el destacado especialista en investigaciones de mercado y tendencias de opinión, Rafael Acevedo, publicó en la columna que habitualmente aparece en el matutino Hoy.

Acevedo, quien preside la prestigiosa firma encuestadora Gallup Dominicana, enfoca el tema de los ataques intencionales que ha venido recibido la pujante industria turística nacional, como parte de una campaña a todas luces interesada y desleal de competidores inescrupulosos encaminada a frenar el constante crecimiento de la misma y arrebatarle el bien ganado liderazgo de que disfruta como el destino más atractivo y visitado en la región del Caribe.

El artículo publicado bajo el título de “Turismo: oportunidad en vez de descrédito”, Acevedo censura el hecho de que disponiendo el gobierno una maquinaria propagandística que califica de “costosa y portentosa” no se haya llevado a cabo una campaña de nuestro turismo formal y de enclave, en la cual la criminalidad contra los turistas es prácticamente nula.

Acevedo cita al respecto datos oficiales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, donde nuestro país figura entere los de menor tasa de mortalidad por causas diversas de ciudadanos estadounidenses. En el ranking mundial de que disponen las autoridades estadounidenses, la República Dominicana figura en el puesto 58, lo que nos coloca en niveles de seguridad para los turistas estadounidenses muy por encima de Uruguay y Costa Rica así como el resto de los países de la región, a excepción de Argentina. Es una oportuna referencia y un buen punto de apoyo sustentando en hechos evidentes y comprobados.

A Acevedo, como experto de amplísima experiencia en este campo, le resulta extraño que el gobierno no haya convocado fuera de aquí ruedas de prensa con artes gráficas y titulares de lectura fácil y comprensiva, haciendo resaltar los datos señalados y la fuente de incuestionable crédito para el público estadounidense que conforma nuestro principal mercado como lo es el Departamento de Estado de su propio gobierno.

Y toda esta información volcarla a través de los medios de mayor relevancia en el mundo, sobre todo nuestros mercados turísticos, enviada a todas las agencias y espacios publicitarios vinculados al negocio del turismo con mensajes de impacto que lleguen, interesen y convenzan al público, haciéndonos eco y medio de la más amplia difusión de opiniones favorables al país por parte de figuras con peso de opinión pública como la recién expresada del popular actor Van Disel. A lo cual nosotros agregaríamos la ejecución de un plan sostenido de promoción a través de nuestras embajadas en cuya agenda de trabajo debe figurar como tarea prioritaria.

Al igual que hemos planteado anteriormente, Rafael Acevedo propone convertir la defensa del turismo como meta y compromiso nacional. Ciertamente, tal como señala, en el país contamos con cientos de miles de dominicanos con acceso a la Internet y millones que disponen de celulares con wassap para enviar mensajes al resto del mundo resaltando la acogida que reciben los turistas en nuestro país, el nivel de seguridad de que disfrutan y el reducido número de defunciones mientras vacacionan aquí, en contadísimos casos a consecuencia de acciones criminales si no por causas naturales que como bien destacó la carismática embajadora estadounidense en el país, Robin Berstein, ocurren en cualquier parte del mundo.

Una campaña de esta naturaleza nada tiene que ver con las diferencias políticas, el gobierno ni la oposición, la modificación de la Constitución ni la reelección, ni es tampoco de la exclusiva competencia de los hoteleros, principal pero no único sector directamente afectado.

El problema no puede contemplarse bajo esa óptica de tan escaso alcance. Se trata de un problema del más alto interés nacional. De salir en defensa y apoyo de uno de los más importantes sectores de la economía, cuya incidencia de manera directa o indirecta se deja sentir en casi todos los demás sectores productivos del país. Cuanto afecta a ella afecta al país, y por consiguiente y extensión también a todos en alguna medida.

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