En países en vías de desarrollo como el nuestro la deficiencia de hierro es frecuente, así que en este contexto podemos afirmar que las principales causas son la pobre ingesta de alimentos que lo contienen o por infección parasitaria (ej. Dengue o malaria).
Debemos reconocer que también existen otras causas de deficiencia de hierro, entre ellas la pobre absorción intestinal, o como consecuencia de una pérdida masiva de sangre.
¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de hierro?
La anemia por su déficit es la principal consecuencia, llamada anemia ferropénica y aunque los análisis de laboratorio no presenten anemia, dependiendo del nivel de deficiencia, se pueden manifestar algunos síntomas como fatiga, dificultad para concentrarse, pobre inmunidad y en el embarazo se asocia a riesgo de muerte materna, infección y bajo peso al nacer el bebé.
¿Cuáles condiciones predisponen a anemia por déficit de hierro?
En la niñez y adolescencia aumentan las demandas, así como en la menstruación, embarazo, sangrado gastrointestinal (ej. ulceras gástricas), síndrome de mala absorción intestinal, alcoholismo y malnutrición.
¿De qué formas podemos investigar si se necesita hierro?
A través de pruebas de laboratorio que indicará su médico (ferritina, transferrina, hierro sérico), precedido de una adecuada historia clínica para orientar la causa.
¿Principales fuentes y características del hierro en la dieta?
El hierro dietético se encuentra en dos formas: hemo y no hemo.
El primero se encuentra en la hemoglobina que conseguimos al consumir carnes de res, pollo, pavo, pescados y el hierro no hemo lo obtenemos de cereales fortificados, leguminosas, frutas y verduras.
Al diferenciarlos, debemos resaltar que el hierro hemo es el que tiene más biodisponibilidad, y por tanto supone conseguir mejor absorción. Sin embargo, el hierro no hemo se considera que contribuye más a completar el hierro necesario pues lo consumimos en mayor proporción.
Existen elementos que promueven y que bloquean la adecuada absorción de hierro, por lo que deberán ser considerados si se encuentra tomando suplementos de hierro para compensar alguna deficiencia.
Los alimentos que promueven la absorción contienen el ácido ascórbico (vitamina C) que encontramos en frutas como la naranja, mandarina o guayaba.
Los que bloquean la absorción son las fuentes de calcio (leche, yogurt, quesos) y los fitatos (principales cereales integrales). Tomar en cuenta aislar estos alimentos de las tomas de suplementos de hierro.
Es importante resaltar, que la absorción de hierro oscila entre un 5-20%, eliminándose la mayoría por las heces.
Nuestra recomendación luego de ponderar todos los factores analizados es: Si existe deficiencia de este nutriente, debemos suplementarlo con apoyo farmacológico, preferiblemente por vía endovenosa para una óptima reposición, pues la compensación con alimentos debe utilizarse con fines preventivos y de mantenimiento.
Nutrióloga Clínica. Escríbanme sus comentarios a: erikapereznutricion@gmail.com,Instagram: dra.erikaperez