Cinco siglos antes de Cristo, Clístenes inventó en Atenas la primera democracia conocida en la historia de la humanidad, que incluía tres poderes separados, para empoderar a los ciudadanos contra los tiranos. Apenas duró dos siglos.
En el siglo tercero a. C., Platón se quejaba de lo mismo que hoy ciertos lobos con piel de oveja, que la democracia es demasiado imperfecta porque la libertad sin control conduce a la anarquía. Hasta la poesía era peligrosa según Platón, pues contribuye a perpetuar un sistema en que una masa de gente cree ilusionada que somos todos iguales, de manera desorganizada sin privilegiar las virtudes.
Estados Unidos es la república democrática más duradera, medio siglo más que Atenas. Ayer el presidente Biden puso como ejemplo de avance y fortalecimiento democrático los procesos judiciales aquí por imputada corrupción de exfuncionarios. Lo cierto es que cuando hay impunidad o crímenes sin consecuencias se pudren las bases de la democracia. Nada iguala más que la Justicia.