Depredación medioambiental principal amenaza que enfrenta el Ejército Nacional en frontera Dominico-Haitiana

Los traficantes aprovechan la intermitencia de vigilancia para realizar diferentes cortes a los troncos hasta lograr que las heridas y el tiempo los hagan caer. Luego los llevan a Haití o a aserraderos clandestinos en el país.

Dajabón, República Dominicana.- A propósito de que este cinco de junio se celebró el día Mundial del Medio Ambiente, una de las principales amenazas que enfrenta nuestro país es la depredación de bosques debido a la tala clandestina para traficar madera y contrabandear carbón al mercado hatiano.

Una capa boscosa cubre de verde una extensa área donde comienza la patria de Duarte Sánchez y Mella. Los paisajes de pinares se extienden desde Dajabón, en el noroeste, hasta el denominado Sur Profundo, a lo largo de la frontera.

Las montañas y sus pinos forman murallas naturales que representan un enorme atractivo para traficantes dominicanos y haitianos de madera y carbón, así como un camino clandestino para los contrabandistas.

Los traficantes aprovechan la intermitencia de vigilancia para realizar diferentes cortes a los troncos hasta lograr que las heridas y el tiempo los hagan caer. Luego los llevan a Haití o a aserraderos clandestinos en el país.

Entre 2016 a 2018, el Ejército se incautó de 685 trozas de madera, 4,853 postes y 3,016 sacos de carbón, esto según las estadísticas de la institución.

A esto se le suma la destrucción de hornos para fabricar carbón y el desmantelamiento de varios de aserraderos clandestinos.

Para impedir este contrabando, que amenaza los bosques y la biodiversidad de la isla, el Ejército ha intensificado sus esfuerzos, con un mayor despliegue de personal y la inclusión de vehículos todo terreno, motocicletas y helicópteros, e incluso drones para vigilar zonas inhóspitas.

Al menos 8 mil 500 soldados están asignados en los puestos de mando, en la Patrulla y el denominado Cerco Fronterizo.

El Primer Teniente Daniel de los Santos se encuentra entre los cientos de soldados que para cumplir su deber en la frontera tarda hasta 20 días sin poder abrazar a sus hijos.

El tráfico de inmigrantes indocumentados, el trasiego de drogas y armas, el contrabando de comestibles, alcohol y cigarrillos son los otros flagelos que los militares buscan bloquear a lo largo de los 392 kilómetros de frontera con Haití, incluídos los 32 kilómetros bajo la responsabilidad del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza en los pasos formales.

En los últimos tres años se incautaron 3,872 libras de marihuana, 11 kilos de cocaína y 75 bolsitas de crack gracias a las labores de inteligencia y la supervisión por parte de las cuatro Fuerzas de Tarea Interagencial que trabajan en Copey, Carrizal, Jicomé y Los Pilones, además de las acciones de la unidad canina de la Dirección Nacional de Control de Drogas.

El recién inaugurado puesto de Carrizal, en Elías Piña, cuenta con un muro o malla fronterizo de casi cinco kilómetros de largo del lado dominicano para fortalecer la seguridad territorial del país.

La meta de las autoridades es contar con 10 puestos de control interagencial para cerrar la brecha que aún existe para los ilícitos en la zona fronteriza.