SANTO DOMINGO.- Sumidos en la angustia y la desesperación, familiares de un grupo de náufragos pide ayuda para buscar a sus parientes desaparecidos desde que la embarcación en la que pretendían llegar a Puerto Rico zozobró cerca de la isla Saona el pasado seis de este mes.
Sólo uno de los viajeros fue rescatado con vida por pescadores cerca de la costa a La Romana, luego de dos días a la deriva en el mar.
La incertidumbre sobre el paradero de su hijo, Jeffry Mendoza, un mecánico de motocicletas de 25 años, llena de dolor a Belkis Campusano.
El sufrimiento es similar para Rafaela Acevedo y de más parientes de los 21 viajeros que permanecen desaparecidos tras embarcarse en un viaje por el que pagaron cinco mil dólares cada uno.
Para Acevedo, el origen de la tragedia está en la falta de oportunidades en el país. Asegura que su hijo Jeremy Campusano, un estudiante universitario, nunca debió abordar esa yola.
Entre los viajeros se encontraba la colombiana Geysi Viviana Pinzón, cuyos familiares en el país buscan consuelo.
Roberto Campusano, quien fue rescatado con vida del naufragio, asegura que inmediatamente después de ser llevado a tierra alertó a las autoridades.
“Ahora los familiares de los náufragos se aferran a la fe de que encontrarán con vida a sus parientes, tras reclamar a las autoridades navales profundizar las investigaciones para su ubicación”