REDACCIÓN INTERNACIONAL .- Un estudio del Instituto Neurociencias de Alicante (INA, este de España) descubrió un nuevo mecanismo de formación de la denominada «memoria social», por el que el encuentro con alguien que no se ha visto antes queda archivado en la memoria humana.
Este trabajo fue publicado en la revista científica «Molecular Psychiatry» y su primer autor es Félix Leroy, del INA, que se incorporó a finales de 2020 desde la Universidad de Columbia con una beca ERC joven investigador de la UE para estudiar las interacciones sociales.
En el estudio colabora el Premio Nobel Eric Kandel, experto en memoria, según un comunicado del español CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
Un neuropéptido denominado encefalina, compuesto por 5 aminoácidos, se comprobó fundamental para este proceso fundamental para la memoria social en ratones, una especie social como la humana, por lo que los resultados pueden extrapolarse.
El estudio proporciona un mecanismo hasta ahora desconocido para el almacenamiento de la memoria, en el que la acción de neuronas inhibidoras locales produce una plasticidad sináptica de larga duración, indispensable para la formación de la memoria social, a través de la liberación del neuropéptido encefalina y su acción sobre los receptores opioides delta.
Aunque Leroy es el primer autor, este trabajo está liderado por Steve Siegelbaum, de la Universidad de Columbia, donde Leroy hizo su estancia posdoctoral, mientras que también cuenta con la aportación del Nobel Eric Kandel, experto en memoria, que revisó el manuscrito y aportó financiación.
Se observa en ratones que las neuronas implicadas en la formación de la memoria social (llamadas péptido intestinal vasoactivo -VIP-) muestran una mayor actividad durante el encuentro con un individuo desconocido que frente a otro familiar y también ante un objeto nuevo.
Otro punto fuerte de este trabajo es su aportación para uno de los síntomas negativos de la esquizofrenia, como son los déficit de memoria social.
Para continuar con esta investigación, el científico del Neurociencias de Alicante cuenta con una beca NARSAD de la fundación ‘Brain and Behavior’ de Nueva York, que se dedica al estudio de las enfermedades psiquiátricas.
Leroy se incorporó a finales de 2020 al Instituto de Neurociencias UMH-CSIC en Alicante con una beca ERC de la UE y una beca CIDEGENT de la Generalitat Valenciana (gobierno regional del este de España) para dirigir el grupo «Cognición e Interacciones Sociales», que investiga los circuitos neurales que controlan las interacciones sociales entre roedores.
«Nuestra investigación se centra en determinar los mecanismos basados en circuitos mediante los cuales las regiones cerebrales como el hipocampo y la corteza prefrontal transmiten información cognitiva al hipotálamo para modular comportamientos motivados innatos, como la sociabilidad o la agresión», resumió el investigador.
Según Leroy, «la comprensión de las funciones normales y disfuncionales de estos circuitos es de importancia crítica en los trastornos psiquiátricos».