Santo Domingo.- Ante la negativa de los legisladores de incluir la despenalización del aborto con las tres causales en el proyecto de modificación del Código Penal, las mujeres y adolescentes que quedan embarazadas producto de una violación sexual o incesto, han optado por usar diversos métodos que atentan con su vida, además de pagar altas sumas de dinero para que frustrar la gestación del feto.
Así lo indicó la antropóloga Tahira Vargas, al expresar que varios estudios que ha realizado demuestran que el 67 por ciento de las mujeres que ha entrevistado han sido víctimas de violación o agresión sexual en su adolescencia y sus verdugos en la mayoría de los casos son personas ligadas al entorno familiar.
Al ser entrevistada en El Despertador, Vargas agregó que en muchos de los casos de violación las mujeres han salido embarazadas y han tenido que optar por métodos pocos recomendables para su salud.
Indicó que entre los mecanismos empleados por las mujeres para perder el embarazo están beber brebajes y pastillas; lanzarse de una escalera, tirarse en la playa para ser golpeadas por las olas, incluso, pedirle a otras mujeres que se sienten encima de su barriga.
Dijo que otro método de mayor riesgo que están utilizando es el de introducirse objetos punzantes por la vagina para supuestamente romper el saco que sostiene el feto.
Tahira Vargas, añadió que la no despenalización del aborto con las tres causales, además ha obligado a las mujeres a pagar altas sumas de dinero para terminar con el embarazo.
“Como en una sociedad donde la violación sexual es tan fuerte y frecuente, no entienden que el tema de legalizar el aborto en las niñas son violadas sea necesario para que no vayan hacer lo que están haciendo”.
De su lado, el sociólogo Cándido Mercedes, agregó que a esa situación se suma la crisis de representación que hay en el Congreso, que evita la despenalización del aborto con las tres causales dentro del Código Penal.
Indicó además que de 194 países solo cinco penalizan el aborto.
“Haití, República Dominicana, Honduras, Nicaragua y El Salvador. Estos países coinciden en el atraso económico, social y el fuerte conservadurismo”, puntualizó.
Explicó también que la no despenalización del aborto, no es un asunto de religión, sino de Estado, el cual aún no asimila la necesidad de liberar de responsabilidad penal esta acción, cuando aplique que la vida de la madre este en riego, por una violación o incesto o cuando el feto presenta algún problema de salud incompatible con la vida.
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