Detienen a 7 personas en Portugal e investigan a empresas y dos alcaldías por corrupción

En esta operación, llamada "Babel", han participado cerca de 130 agentes.

Lisboa.- La Policía lusa ha detenido este martes a siete personas durante una operación en Portugal que investiga posibles crímenes de corrupción y criminalidad económico-financiera en el sector urbanístico en el ámbito público y privado en Oporto y la vecina Vila Nova de Gaia.

El operativo concluyó con la declaración de 12 sospechosos, entre ellos un político, tres funcionarios y dos empresarios, indiciados por dar u ofrecer «ventaja indebida, corrupción activa y pasiva, prevaricación y abuso de poder practicados por y sobre funcionario o titular de cargo político», informó la Policía Judicial (PJ) lusa en un comunicado.

Asimismo, cumplió 55 órdenes de búsqueda y registros en los Ayuntamientos, en «varios servicios públicos» y en empresas relacionadas con el sector urbanístico.

La PJ ha explicado que el objetivo de esta intervención era detener y recoger pruebas sobre «la práctica de fenómenos corruptivos, así como la reiterada corrupción de procedimientos de contratación pública» para el beneficio económico de ciertos operadores.

En concreto, el operativo se centra en la «vulneración de la instrucción de procesos de licencias urbanísticas a favor de promotores asociados a proyectos de elevada densidad y magnitud», estando en causa intereses inmobiliarios de cerca de 300 millones de euros, a cambio de dinero, entre otros delitos.

Medios locales han informado de que entre los detenidos está el vicealcalde de Vila Nova de Gaia, Patrocínio Azevedo.

Las mismas fuentes citan también un comunicado del Ayuntamiento de Oporto, que asegura que los registros en los servicios municipales de Urbanismo «no tienen como objetivo el municipio», sino que «están relacionados con empresas privadas que tienen procesos urbanísticos para tramitar» en el consistorio.

«Confirmamos que en este momento hay dos teléfonos móviles siendo analizados por la PJ», añadieron.

En esta operación, llamada «Babel», han participado cerca de 130 agentes.