Quito.- La Policía Nacional de Ecuador detuvo a dos ciudadanos turcos en la portuaria ciudad de Guayaquil, situada en el suroeste del país, sospechosos de tenencia y porte de armas de fuego.
En su cuenta de la red social X, la Policía informó de la detención tras el allanamiento a un inmueble en la zona de Samborondón, que se encuentra en el área metropolitana de Guayaquil, donde se encontraron armas de fuego, municiones y varios terminales móviles.
Anotó que continúan las investigaciones en torno a esta intervención, en la que se incautaron de un arma de fuego, tres alimentadoras, 59 cartuchos, tres celulares y documentación.
La prensa local se refirió a la posibilidad de que los detenidos pertenezcan al Estado Islámico, pero fuentes del departamento de Comunicación de la Policía, consultadas por EFE, indicaron que aún no hay datos oficiales sobre ello y que las investigaciones continúan.
No instante, el canal Teleamazonas -que presentó imágenes del allanamiento al inmueble en el que los aprehendidos vivían hace más de un mes-, aseguró que «los agentes de Inteligencia de Ecuador manejan información de que los capturados formarían parte del grupo terrorista del Estado Islámico, también conocido como ISIS».
«Son señalados como emisarios que llegaron a Ecuador a extender su campo de acción para rutas de tráfico de drogas», añadió el canal televisivo, y apuntó que en poder de los ciudadanos turcos, la Policía también encontró «documentación que precisamente habla de sus actividades delictivas en todo el mundo».
Presentó una breve imagen de un documento que asevera es una «alerta mediante el programa europeo Punto Atenas, de Eurofront, donde se lee que la Interpol ya está haciendo los trámites con Alemania sobre este caso, ya que ese país solicita la extradición de uno de los dos capturados en territorio ecuatoriano».
Las aprehensiones ocurrieron en momentos en que Ecuador está bajo el «conflicto armado interno» declarado por el jefe de Estado, Daniel Noboa, desde inicios de año contra las bandas del crimen organizado, a las que pasó a tildar de «terroristas» y de actores beligerantes no estatales