REDACCIÓN. – El 18 de abril desde el año 2001 se celebra el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una efeméride impulsada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), junto con a la aprobación de La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La historia indica que la UNESCO estableció la efeméride durante una conferencia en Túnez en el año 1983, pero no fue hasta el año 2001 que se llevó a cabo la celebración por primera vez de manera oficial con el lema «Salvar nuestros pueblos históricos».
Cada año la organización elige un tema para viabilizar más este día y para que las personas tengan la curiosidad de aprender un poco más sobre la historia.
Este día busca sensibilizar y dar a conocer a todas las personas la riqueza que posee la humanidad en cuanto a patrimonios históricos y fomentar la conservación y protección.
La revista díainternacionalde.com resalta que el tema para este de este 2024 es: «Patrimonio resiliente ante desastres y conflictos: preparación, respuesta y recuperación».
De acuerdo con la revista, la vida rural es uno de los elementos más importantes dentro de la vida moderna, a pesar de que las cifras podrían evidenciar lo contrario.
La misiva señala que en el año 2017 el 54.82% de la población mundial se había trasladado a las áreas urbanas y se espera que para el 2050 más del 60% de los habitantes del planeta vivan en las ciudades.
Las áreas rurales son las zonas de cultivo de la humanidad, son bastante frágiles en cuanto a su aprovechamiento, cultivarlas sin control puede deteriorar la tierra y dejarla inservible. Abandonarlas puede ocasionar estragos tanto en su producción, como en el ecosistema que se ha desarrollado en su entorno.
“El planeta está exigiendo menos industrialización, el cuerpo humano está pidiendo un estilo de vida mucho más orgánico y las naciones deben contar con un nivel de desarrollo mucho más sostenibles”, menciona el documento.
Para finalizar el escrito dice que el futuro depende de las áreas rurales existentes, por eso debemos procurar su adecuada explotación e ir transformando las ciudades en centros ecológicos urbanos.