REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Se cumplen más de cien años desde que se descubriera la insulina y hoy se vive una explosión de buenas noticias con un futuro prometedor en nuevos fármacos. Cada día son más los avances que se hacen en torno a una patología, la diabetes, que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce
Paralelamente, la prevalencia de esta dolencia no para de aumentar en todo el mundo. Tanto es así que según la OMS, el número de personas con diabetes pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.
En España afecta a uno de cada siete adultos, la segunda tasa más alta de Europa.
Pero son «momentos dulces, y hay una explosión de buenas noticias porque se se va a ampliar mucho el arsenal de fármacos» y se va a ir a una medicina muy personalizada, de precisión, a la medida de cada paciente, asegura Cristóbal Morales, endocrinólogo del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y del Hospital Vithas de Sevilla.
Así, explica el endocrinólogo, hay nuevos fármacos que van a aparecer, del tipo GLP-coagonistas, más potentes, con protección cardiovascular y con los que se consigue mayor perdida de peso.
No olvidemos que el sobrepeso está asociado a la diabetes tipo 2, y que la patología, en general, es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
También se están probando nuevas insulinas, que se administrarán una sola vez a la semana, y no diariamente como se viene haciendo hasta ahora.
Para Morales, la insulina semanal marcará todo un hito, «y ya estamos en la fase tres y más próximos a su comercialización».
También, refiere, hay nuevas moléculas que van dirigidas a la prevención cardiovascular y renal, «y a corto plazo podremos disponer de ellas».
Otra línea importante, a la que le queda más tiempo, es la línea de terapia celular, centrada en reprogramar las células madre o con terapia celular para intentar que el cuerpo fabrique por si solo la insulina.
En cuanto a la parte tecnológica, el especialista destaca la investigación en nuevos páncreas artificiales, los sistemas automáticos de difusión de insulina, asociados a sensores continuos de suero en glucosa, para ajustar automáticamente la administración de insulina.
La tecnología lleva también asociados muchos ensayos clínicos que se desarrollan con telemedicina.
Muchas de estas investigaciones, destaca el doctor Morales, se llevan a cabo en España, con la ayuda de varios laboratorios y la participación además de centros de investigación básica en cultivos celulares, como el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER).
Diabetes: investigación
«Queremos que se sepa que la investigación no para» y es por ello que la Federación Española de Diabetes (FEDE), con el apoyo de los laboratorios Novo Nordisk, Lilly y Sanofi, lanza la campaña “Investigación y Diabetes 365”, cuyo objetivo es apoyar, impulsar y dar visibilidad a la actividad investigadora y científica que se está llevando a cabo.
Como coordinador de la campaña, el doctor Morales explica que se pretende dar cobertura a los últimos avances en la patología, mediante una serie de vídeos protagonizados por expertos y científicos, que explicarán las investigaciones que están liderando en estos momentos.
Los protagonistas de estos hitos los compartirán en primera persona con toda la comunidad de diabetes en qué se está trabajando ahora, con el foco puesto en la investigación, y lo más importante: conoceremos su visión y su opinión personal sobre qué nos depara el futuro en investigación a corto, medio y largo plazo
«Que se sepa que la investigación no para los 365 días del año, porque todos ellos se investiga para lo que realmente queremos en un futuro, que es curar la diabetes o cambiar su evolución y dar mas calidad de vida al paciente».
El doctor Morales agradece a los grandes laboratorios que escojan España para este tipo de investigaciones, «porque favorecen al paciente al poder beneficiarse de forma temprana de las nuevas fórmulas que van saliendo, también favorece al sistema sanitario, así como a los profesionales de la salud al permitirles estar formados en la vanguardia».
«En nuestras investigaciones, concluye, tenemos muy buenos resultados y de alta calidad y por eso las industria farmacéutica apuesta por España. Para nosotros es un orgullo».
En la campaña se difundirán unos vídeos breves a través de las redes sociales con el hashtag de la campaña, ‘#InvestigaciónyDiabetes365’, para poner cara a los profesionales que hay detrás de los avances que se están realizando, y donde explican las investigaciones en las que están inmersos.
Al acercar esta información a la sociedad, se pretende también conseguir una mayor humanización del trabajo científico.
Tipos de diabetes
Diabetes tipo 1
Es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza porque el páncreas pierde la capacidad de generar insulina, la hormona que regula la hiperglucemia.
Por este motivo, las personas con diabetes tipo 1 requieren la administración de insulina a diario de por vida. Entre el 5 y el 10 % de las personas con diabetes en el mundo padecen este tipo de la enfermedad.
Los motivos detrás de esta respuesta autoinmune aún no se conocen con precisión.
Parece que existe cierto componente genético en la predisposición a desarrollarla, pero también puede que sea necesario un componente ambiental para que se desencadene la reacción inmune que acabará destruyendo las células beta de los islotes de Langerhans, que son las regiones del páncreas encargadas de producir las hormonas que regulan la cantidad de glucosa en la sangre.
El debut se suele producir a edades tempranas, durante la infancia o la adolescencia, por lo que esta enfermedad también se conoce como diabetes infantil o infanto-juvenil.
En algunos casos minoritarios la reacción autoinmune puede producirse ya en la edad adulta, lo que dificulta su diagnóstico; existen pruebas específicas para evaluar la capacidad de producción de insulina del páncreas o si se ha producido una reacción autoinmune contra la hormona.
Diabetes tipo 2
Es es el tipo más común de diabetes mellitus, siendo hasta 10 veces más frecuente que la diabetes tipo 1.
La característica principal de esta enfermedad crónica es la presencia de unos niveles de glucosa en sangre elevados debido a la resistencia del organismo ante la insulina, lo que hace que aunque esta hormona esté presente en la circulación, las células no puedan utilizarla adecuadamente para introducir el azúcar en su interior.
Las principales causas de la resistencia a la insulina son la falta de actividad física y la acumulación de tejido adiposo, por lo que el exceso de peso y el sedentarismo parecen ser los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad.
El 80 % de las personas con diabetes tipo 2 tiene sobrepeso en el momento del diagnóstico.
Otro factor de riesgo importante es la edad; la incidencia de la diabetes tipo 2 aumenta con el paso de los años, por lo que hace tiempo esta enfermedad se consideraba como uno de los trastornos asociados al envejecimiento, pero la creciente epidemia de obesidad está teniendo como consecuencia que la diabetes tipo 2 se presente en personas jóvenes e incluso niños.
Los síntomas pueden ser en ocasiones menos marcados que en otro tipo de diabetes, por lo que la situación de hiperglucemia puede mantenerse de forma crónica, elevando el riesgo de padecer complicaciones en los ojos, riñones, los nervios o el corazón.
En la mayoría de los casos diagnosticados, el tratamiento consistirá en un cambio de estilo de vida, controlando la alimentación para reducir la ingesta de alimentos hipercalóricos y en concreto azúcares libres, así como incrementando el nivel de actividad física.
Este tratamiento será suficiente para mantener controlados los niveles de glucemia la mayor parte de las veces, aunque el médico podrá recetar también algún medicamento oral que ayude a reducir la hiperglucemia o a sensibilizar el cuerpo a la acción de la insulina.
En algunos casos, las personas con diabetes tipo 2 pueden llegar a requerir inyecciones de insulina.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes muy parecida a la diabetes tipo 2, pero que afecta a mujeres embarazadas que no padecen esta patología.
El embarazo supone un gran esfuerzo metabólico para el cuerpo de la madre, lo que en ocasiones puede generar cierta resistencia a la insulina.
Como resultado, el páncreas tiene que producir más insulina para lograr que la glucosa penetre al interior de las células y se reduzca su acumulación en la sangre y, en ocasiones, este órgano es incapaz de secretar la suficiente cantidad de hormona, por lo que se eleva la glucemia.
Los niveles elevados de glucosa en la sangre de la madre se transmiten a través de la placenta a la sangre del feto, por lo que la hiperglucemia afecta a ambos y puede tener consecuencias para la salud tanto de la mujer gestante como del futuro bebé.
La madre con diabetes gestacional tiene más riesgo de desarrollar preeclampsia, que se caracteriza por una presión arterial excesivamente alta y que puede dañar a los riñones.
El feto, por su parte, crecerá más de lo habitual debido a la superabundancia de nutrientes, por lo que su peso podrá superar los 4 kilogramos al nacer (macrosomía), lo que aparte de aumentar el riesgo de complicaciones durante el parto, aumenta su propio riesgo de padecer sobrepeso en edades posteriores.
Suele aparecer durante el segundo y tercer trimestre de la gestación y se diagnostica mediante un análisis de los niveles de glucosa en sangre, alrededor de las semanas 24 a 28 del embarazo, ya que los síntomas suelen ser leves y confundirse con los cambios fisiológicos habituales propios de la gestación.
Lo habitual es que remita tras el parto, aunque tanto la madre como el niño tendrán un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante.
Diabetes tipo MODY
Es uno de los tipos menos comunes de diabetes y recibe esta denominación por sus siglas en inglés Maturity-Onset Diabetes of the Young.
También es conocida como la diabetes del adulto de inicio juvenil y está incluida en la diabetes de tipo monogénica, entre las que también se clasifica la diabetes mellitus neonatal.
A diferencia de la diabetes tipo 1 y tipo 2, cuyo origen se debe a múltiples genes y factores medioambientales, entre otros, la MODY se debe a una única mutación genética en el gen autosómico dominante, que produce una alteración en la capacidad de generación de insulina a través del páncreas.
Los primeros síntomas se manifiestan de forma general antes de los 25 años y no tienen ninguna relación con el estilo de vida, peso o grupo étnico de las personas.
Debido a esta mutación genética, es un tipo de diabetes muy poco frecuente, ya que se estima que solo entre el 1 y el 5 % de los casos de diabetes se deben a la diabetes monogénica.
No obstante, es posible que, por su rareza, muchas personas estén sin diagnosticar.
Diabetes tipo LADA
También denominada diabetes autoinmune latente en adultos, es un tipo de diabetes que no está clasificado, ya que, a día de hoy, se están realizando muchas investigaciones para identificar las diferencias con las diabetes tipo 1 y tipo 2.
La LADA es una enfermedad autoinmune de origen genético por la que el sistema inmunológico de los pacientes ataca a las células que producen insulina en el páncreas de una forma paulatina, pero progresiva.
Los síntomas son similares a los que pueden tener las personas de diabetes tipo 1 o tipo 2 como son orinar de manera muy frecuente, sensación de sed constante, pérdida de peso y cansancio.
No obstante, todos ellos aparecen de una forma mucho más lenta que con la diabetes tipo 1, pero más rápido que la tipo 2.
Las personas con diabetes LADA en ocasiones son diagnosticadas de forma errónea de diabetes tipo 2 debido a esta sintomatología y a la dificultad de diferenciarla con otro tipo de diabetes.
Por lo general, suele diagnosticarse en edades comprendidas entre los 30 y 50 años.
Una de las características principales es que las personas que padecen esta patología presentan de forma frecuente unos anticuerpos en la sangre similares a los de las personas que sufren diabetes tipo 1.
Además, suelen tener un peso normal, por lo que su aparición no tiene ninguna relación con la obesidad.