Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Nosotros los seres humanos pensamos que todo en esta vida podemos hacerlo nosotros. Es muy cierto que la mayoría de las cosas si podemos hacerlas o destruirla, pero hay cosas que no podemos ni hacer ni destruir, como son las inclemencias del tiempo, y las cosas sobrenaturales. Las inclemencias del tiempo están gobernadas por la naturaleza, y las cosas sobrenaturales están o son dirigidas por Dios, claro está que muchas veces nosotros no tendemos a verlo así.
Hay algo que leí hace mucho tiempo, pero que llego a mis manos otra vez, y yo he querido compartir con Ustedes. Cuentan que una vez un barco naufragó, el único sobreviviente llegó a la playa de una diminuta y deshabitada isla. El oró fervientemente a Dios pidiéndole ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar nada.
Cansado finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos del clima, y almacenar sus pocas pertenencias.
Un día, tras merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa para encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido…lo había perdido todo. Quedó anonadado con tristeza y rabia. “Dios: cómo me pudiste hacer esto a mi”, se lamentó. Temprano al día siguiente sin embargo, fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Había venido a rescatarlo. ¿Cómo supieron que yo estaba aquí?, preguntó el naufrago a sus salvadores.
“Vimos su señal de humo” contestaron ellos.
Es muy fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal. Pero es muy importante no desanimarse, porque Dios sabe lo que hace. Así trabaja Dios en nuestras vidas, aún en medio del dolor, la incertidumbre y el sufrimiento
Nunca debemos de preocuparnos por las cosas que nos suceden en la vida, siempre Dios está detrás de ellas, lo cierto es que nosotros no vemos la mano de Dios en lo que nos sucede. En mi país natal que es Cuba, hay un refrán que dice: “No hay mal que por bien no venga”, Dios no falla, y El siempre sabe lo que hace y lo que es mejor y más conveniente para nosotros. No es que Dios no nos escuche, lo que pasa es que a veces no nos responde porque lo que estamos pidiendo no es lo mejor para nosotros, ni lo que nosotros necesitamos.
Lo que pasa es que muchas veces nosotros queremos ser como Dios y tenemos que dejar a Dios ser Dios.
Tengamos fe en Dios, El está con nosotros y nos ayudará a salir adelante.
Termino con este Versículo 33, del Capítulo 11, de la Carta de San Pablo a los Romanos que dice: “Que profunda es la riqueza, la sabiduría y la ciencia de Dios. Sus designios son impenetrables e incomprensibles sus caminos”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.