Diputada Jacqueline Montero propone eliminar el uso del "De" en apellidos de mujeres casadas

“Cuando una mujer se casa, su nombre en los documentos cambia, pero el del hombre permanece intacto. Esto refuerza la idea de apropiación, algo que nuestra sociedad debe superar”, señala uno de los considerandos del proyecto.

SANTO DOMINGO.- El pasado 5 de noviembre de 2024, la diputada de San Cristóbal, Jacqueline Montero, presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca eliminar el uso del «De», seguido del apellido del esposo, en los documentos oficiales de las mujeres casadas. La propuesta ha generado debate al abordar la equidad de género y el simbolismo detrás de esta práctica.

La diputada Montero fundamenta su propuesta en principios de igualdad y dignidad, destacando que la práctica de añadir el «De» implica una percepción de posesión sobre la mujer, perpetuando estereotipos de género. Según el documento, este uso no solo refuerza la desigualdad, sino que también fomenta una visión de subordinación que, en algunos casos, ha derivado en violencia de género.

“Cuando una mujer se casa, su nombre en los documentos cambia, pero el del hombre permanece intacto. Esto refuerza la idea de apropiación, algo que nuestra sociedad debe superar”, señala uno de los considerandos del proyecto.

El texto también argumenta que la eliminación del «De» está alineada con la Constitución de la República, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y convenios internacionales como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Principales disposiciones del proyecto

  1. Derecho a la dignidad: Se reconoce el derecho de las mujeres casadas a mantener sus nombres completos sin el agregado del «De».
  2. Igualdad y equidad: Se propone que la eliminación del «De» sea un paso hacia la equidad de género en documentos oficiales.
  3. Erradicación de estereotipos: Se busca combatir la apropiación simbólica que implica esta práctica.

De aprobarse, la medida significaría un cambio importante en las actas de matrimonio y otros documentos oficiales, garantizando que los nombres de las mujeres casadas reflejen su identidad personal, sin connotaciones de subordinación.

El proyecto se encuentra en espera de ser incluido en la agenda legislativa, y su debate promete abrir una discusión más amplia sobre los derechos y la igualdad de género en el país.