En el 2014 me desahogue así y lo reitero: Necesito decir en voz alta lo que pienso sobre elegir Diputados de Ultramar, es decir, de aquellos que estarán situados en países o lugares al otro lado del mar, los que representarán en el Congreso a los dominicanos que viven en Europa, EU, Canadá, América Latina y El Caribe. Serán siete. En el 2011, promulgaron la ley 136-11 que los autoriza. ¿A quien se le ocurrió esta ley? ¿Es para demostrar que somos modernos, globalizados?. ¡Que error!. Son innecesarios, una mala inversión.
Un Diputado de Ultramar, complica y encarece el sistema. Envuelve una misión difícil de definir y más aun de cumplir. No sólo se ocupara de hacer leyes sino de funciones que corresponden a otros poderes del Estado. En nombre de ayudar y proteger la diáspora, planificará todo tipo de acciones que se le ocurra en el continente o región que se encuentre. Eso no me gusta. Asumirá roles no solo de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial sino también del cuerpo diplomático, embajadores, cónsules, etc., invadiendo terrenos, abarcando mucho..¿Como controlarán sus acciones?.
Reconozco que tenemos en el exterior, líderes con excelentes condiciones, para ocupar un curul en el Congreso, pero no a la distancia. Es complicado. El único que se beneficiara será el famoso Diputado de Ultramar y los que laboren en su millonaria oficina. Le pagarán en euros o dólares. Le darán, no un barrilito sino un barrilazo de dinero. También se beneficiará el partido que lo apoya, pues lo mantendrá vigente, en las actividades de “bien social”. Más nadie.
Por mi parte, pueden dejar sin efecto esa ley. Esa gastadera innecesaria, hunde el país. Lo que la diáspora añora son gobiernos que inviertan, que siembren en su patria para que progrese, que abra fuente de trabajo para regresar a laborar junto a su núcleo de afectos y no afanarse enviando remesas. ¿O lo que quieren es que siga mandando? ¡No enreden tanto la población!! , ni le gasten su dinero en cherchas.
Los partidos y líderes en el exterior, deben concentrarse en que los gobernantes eleven el nivel de vida del país, que tengamos diplomáticos que se ocupen de hacer negociaciones inteligentes donde se desempeñan; que coordinen inversiones que contribuyan a fortalecer el sector agropecuario, construir viviendas económicas, hospitales, escuelas, etc.
En lugar de gastar millones en campañas para darles un titulo de Diputados de Ultramar a reconocidos líderes en el exterior, deberíamos aprovechar sus habilidades para que ayuden las instituciones a desempeñar su roles, no asumirlos. Hay iniciativas privadas muy interesantes para ayudar los inmigrantes y que podemos apoyar.
Me fascina la misión de los Consejos Consultivos Presidenciales que funcionan en algunas naciones. Están constituido por dominicanos destacados, quienes asesoran el Presidente de la República y ayudan las Embajadas a hacer contactos y buscar recursos para determinados proyectos en RD. ¡Esos organismos son estupendos!.. para actuar en pro del país. Deberían ser dinamizados e incentivados.
Por Dios, dejen eso de Diputados de Ultramar. Sólo serán un símbolo, “un allante” en otro lugar. ¡Ay Dios!, como me duele pensar que sean costosísimas “botellas”, sostenida con el dinero de un pueblo asfixiado de miseria
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