MADRID.- El director médico de la FIFA, Andrew Massey, aseguró que la herramienta de evaluación elaborada ante la pandemia de la COVID-19 permite «reducir lo máximo posible» el riesgo de transmisión y alertó de que ante la mínima duda de una conmoción cerebral el jugador implicado debe abandonar el partido.
En declaraciones al espacio televisivo de la FIFA «Living Football», Massey reconoció que actualmente «jugar al fútbol tiene algunos riesgos» por lo que junto al protocolo de partidos la FIFA , desarrolló un instrumento de evaluación de riesgos, «que sirve para cualquier situación, desde el fútbol de élite hasta las ligas nacionales, pasando por las competiciones de menor nivel».
«Está disponible para todo el mundo. Cualquiera que quiera jugar un partido puede utilizar este instrumento de evaluación y así ver cómo reducir el riesgo de transmisión de LA COVID-19 u obtener consejos y herramientas para mitigar ese riesgo y, con suerte, reducirlo lo máximo posible», afirmó.
Massey recordó que FIFA trabaja en esta materia «con expertos de la Organización Mundial de la Salud para encontrar cosas que todos conocemos del COVID: la distancia social, las medidas de higiene, el uso de mascarilla, los tests y el rastreo…».
El responsable médico de la FIFA se refirió igualmente a las medidas adoptadas para hacer frente a los posibles casos de conmociones cerebrales, como las sustituciones adicionales, que «reducen la presión de los médicos que trabajan con ello».
«Debemos encontrar la manera de reducirlas y también mejorar cómo las gestionamos. Nuestro criterio es que, ante la duda, el jugador abandone el campo. Si existe una mínima duda de que alguien ha sufrido una conmoción cerebral, debe abandonar el partido. No debemos asumir ningún riesgo cuando hablamos de conmociones», apuntó.
El ex responsable médico del Liverpool inglés también elogió los avances hechos en materia de salud mental, algo que «era un tema tabú 5 o 10 años atrás».
«A la gente no le gustaba tratarlo porque lo veían como un signo de debilidad. Ahora lo ponemos al descubierto e intentamos ayudar a la gente, pensar estrategias de manejo y formas de abordar la salud mental», dijo.
También el exportero de los clubes ingleses Chelsea y Arsenal Petr Cech, que sufrió una conmoción cerebral en 2006, aplaudió la introducción de las sustituciones adicionales ante estas posibles lesiones, especialmente por la presión que generan tanto en el jugador afectado como en su equipo.
«En un partido importante, en un deporte de élite, hasta cinco segundos pueden marcar la diferencia. Así que se intenta evaluar al jugador lo mejor posible para protegerlo pero estos son los momentos que someten al equipo médico a mucha presión. El propio jugador también quiere participar y volver al partido lo antes posible, porque es consciente de que, si el equipo juega con diez, puede haber un problema. Estos cambios por conmociones acaban con ese miedo», opinó Cech.