Cuando acuda al Congreso este 27 de Febrero para hablar al país desde la Asamblea Nacional, el presidente Danilo Medina estará concentrado en su primera rendición de cuentas, pero la población está más atenta a los anuncios que pueda hacer.
El foco de atención en la opinión pública y en diferentes sectores de la sociedad gira principalmente en torno a la posibilidad de que el gobernante se pronuncie frente a los reclamos de que el Gobierno impulse una revisión al contrato con la Barrick Gold.
A pesar de lo delicado del tema, en principio parecería un escenario propicio, en vista de las opiniones en favor de esa enmienda adelantadas por el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez y el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Rodríguez.
Sin embargo, es un tema en extremo complicado por las repercusiones que pueda tener en términos de la inversión extranjera y en la diplomacia internacional, que estará representada en el acto con dignatarios y embajadores de países con los cuales el país mantiene relaciones comerciales.
Aun así, ignorar ese aspecto podría provocar gran desaliento en algunos sectores, en vista de las adhesiones que ha venido ganando el movimiento en favor de que una eventual enmienda en el contrato con la Barry permita a la Republica Dominicana un mayor beneficio por la explotación de oro y plata en la mina de Pueblo Viejo.
Se espera, además, que el Presidente Medina pueda referirse a los reclamos de aumentos de salarios y anunciar nuevos programas para dinamizar la economía y fomentar la creación de fuentes de empleo.
Pero la mayor expectativa probablemente gire en torno a cambios y remociones en su gabinete y en general en el tren administrativo, principalmente en áreas donde se han producido denuncias y cuestionamientos contrarios a su plan de austeridad.
Esperemos, pues, mientras como es habitual para esta fecha histórica, aumenta el nerviosismo y las especulaciones sobre el discurso presidencial.