Santo Domingo.- Desde reducción del estrés, frustración, mal humor, así como mayor tiempo para realizar actividades personales y recreativas son de los resultados arrojados en el comportamiento de los 492 empleados participantes en plan piloto de la semana laboral reducida.
El 95.3% de los trabajadores reportó un incremento en su calidad de vida, y el 93.8% mencionó que el tiempo adicional les sirvió para otras actividades. Asimismo, hubo una disminución del estrés en un 76% y una mejora en el balance de la vida laboral y personal con un 88.6%.
Además de esto, un 70.5% de los trabajadores utilizó el tiempo adicional para pasar más tiempo de calidad con sus seres queridos, y el 42.4% se dedicó a actividades recreativas.
Otra de las cualidades relevantes que se determinaron en el en la reducción laboral son la satisfacción, tranquilidad.
“Nos damos cuenta de que tanto los supervisores como los trabajadores presentan una disminución de los factores como son la frustración, mal humor, saturación mental, aumento de la salud mental, menos agotamiento físico, menos sobrecarga de trabajo”, dijo Pura Martínez, investigadora asociada.
En el programa que tuvo una duración de seis meses, aumentó el trabajo en equipo y mejoró la relación entre los compañeros.
También reflejó un impacto positivo en la productividad, el desempeño laboral y la calidad de vida de los trabajadores, según los indicaron del estudio.
“En el proceso de saber que teníamos menos tiempo nos hizo enfocarnos en nuestras tareas y completarlas de manera más eficiente. En lo personal, pude tener más tiempo libre y retomar hábitos que había abandonado”, dijo una de las colaboradoras al hablar de su experiencia.
En la aplicación del proyecto determinaron que este tipo de programas funciona siempre y cuando la organización sepa analizar cuál modalidad de trabajo y semana laboral le funciona.