Divagación totalmente inútil en insólito Día del Padre: ¿Cómo pudo ocurrírsele a Colón soñar con la relativa redondez del planeta, la dirección precisa de los vientos, los misterios de la brújula y el astrolabio, la ruta de las mareas, los cantos de las sirenas, el encanto irresistible de los cocoteros y las enaguas de Isabel La Católica, para llegar a esta isla a decir que jamás ojos humanos habían visto una vaina como esta, y así condenarnos a ser un país que mejor no hubiera descubierto nada, porque desde que llegó ya nadie ha podido gozar la tranquilidad de antes de que llegara?
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